APATRULLANDO LA CIUDAD
Las necesidades del servicio, obligan a veces a cambiar el orden previsto de mis intervenciones, aunque en lo posible trato de no variar la dinámica y estilo de las mismas.
A los que durante años hemos demostrado nuestra “profesionalidad” y no dependemos de franquicias ni servidumbres, podemos sin tener miedo a perder muestro trabajo, dar al Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios.
Entre ronda y ronda, al socaire del cafetito matutino, (antes se decía que en todos los trabajos se fuma), pude leer entre asombro e indignación, las insinuantes declaraciones públicas de un político local, contra la dignidad de nuestro Regidor, el señor Celdrán.
Este señor, el Alcalde, merece el respeto de los ciudadanos, independientemente, de los que por cualquier razón, estemos en desacuerdo con sus formas y modos de gobernar la ciudad, de su ideología política o de su pobre gestión municipal.
Aunque nos pese, es nuestro Alcalde, elegido libre y democráticamente por una ciudadanía que depositó en él su confianza, cosa que otros no consiguieron.
El castellano es una lengua rica en vocablos, con una gramática que permite expresiones y figuras retóricas, que lo dotan de una gran sutiliza, permitiendo dar a entender aquello que no se dice o escribe. Hasta este modesto cabo patrullero lo sabe.
Esta riqueza lingüística es utilizada como arma política de destrucción masiva, que muchos emplean de forma burda, vulgar y a veces hasta soez. Estos proyectiles salen de ambas trinchera políticas, cayendo en medio de la vida cotidiana, ante el asombro de los atónitos ciudadanos, que no comprende esta forma de dirimir las lógicas y divergentes formas de concebir la gestión de la vida política de Badajoz.
Claro que no todos, se indignan ante este bombardeo contaminante, que día tras día enrarece la convivencia ciudadana. Muchos, por convicción o servilismo, aplauden dependiendo del origen o dirección de los proyectiles.
Volviendo al comentario del “jefe de la oposición” municipal y aspirante a la alcaldía, se adivina una pobreza de ideas apabullante. Recordemos el momento en que declaró que la rehabilitación de la alcazaba de Badajoz, no le parecía prioritaria. ¿Quería decir que podremos continuar siendo la ciudad española que más desprecia los restos de su glorioso pasado? ¡Pues que bien!
No es un problema de partidos. Es un problema de personas y de las competencias que cada una de ellas han sido capaces de desarrollar.
Como ocurrió cuando se presentó el manifiesto de la Plataforma para la rehabilitación integral de la Alcazaba. El equipo municipal intentó subirse al barco con una “adhesión incondicional”, posición a mi juicio incorrecta, que la oposición aprovechó para tildar de municipalista la postura de la referida plataforma.
Desde una de las trincheras, tras años de abandono y suciedad, trataron de hacer suya la proclama de un movimiento ciudadano sin precedentes, para así propiciar que desde el frente opuesto, se intentara quitar protagonismo y legitimidad al inmenso puñado de ciudadanos que expresaba libre y espontáneamente mas que su opinión, su clara y fundada reivindicación.
Es costumbre de algunos políticos, sobretodo de los malos, contraatacar sin argumentos, lanzando cortinas de humo o tratando de tildar al inoportuno adversario de demócrata o republicano, según convenga en cada caso. Y a veces, utilizando adjetivos calificativos inoportunos o inapropiados. Haciendo ver continuamente terribles gigantes, donde solamente hay molinos.
Desde las filas del Sr. Vega no recuerdan de qué manera fue defenestrado, previamente a las pasadas municipales, el anterior candidato a la alcaldía, utilizando munición contaminada, con los pérfidos residuos de una exposición fotográfica celebrada bastantes meses antes. De nada valieron con semejante andanada, los méritos, experiencias y características que pudiera tener el edil.
¿Cuándo aprenderán que el paisano, el ciudadano imparcial y coherente, que se preocupa por su ciudad y los suyos, repudia este tipo de estrategias, vengan de donde vengan?
En una sociedad donde los valores no valen, donde los friquis, horteras y casposos, son elevados al trono de la fama y la opulencia, los políticos (los malos políticos), siguen sin aprender, ocupándose en una guerra sucia y estúpida, haciendo uso y derroche de una pedagogía política llena de malos ejemplos y de malvadas actitudes.
Cuando lleguen las próximas elecciones, se preocuparan enormemente por bajar la abstención, criticando a los que pasan y no votan, olvidándose de que previamente han sumido a una parte de la sociedad, en el hartazgo mas profundo.
¿No han pensado ni una sola vez las respectivas cúpulas, en las verdaderas causas del alto grado de abstención de los jóvenes? Se olvidan cómo persiguen a los que hacen picnic en las privilegiadas praderas de la alcazaba, expulsándolos de malas maneras, mientras que los acusan o confunden con botelloneros (perdón por la palabra).
Se olvidan de lo que pensarán aquellos chavales, a los que asaltaron compañeros míos, de los de verdad, con gorras de plato apañadas con rayitas (perdón) blancas y negras, cual agentes de CSI en Miami, sin previamente comprobar que los cigarrillos que liaban era de tabaco picado.
Se olvidan…, bueno vamos a dejarlo aquí. Ya se ve que se olvidan de todo. Menos de mantener el sillón, tras égidas intentando conservarlo, y si es posible, ascender en el escalafón de los partidos.
Este humilde cabo, que nunca fue universitario, solo pretende ingenuamente hacer reflexionar a los que aún confían en la res pública, a la gente política, generalmente culta, que realmente siente la pasión y la vocación de dedicar parte de sus vidas, a mejorar las de sus conciudadanos.
Los políticos han de ser referentes, espejos en lo que poder mirarse. Lo que hagan o digan, deberá de ir a Misa. Sus actitudes y comportamientos tienen un alto valor pedagógico. En lo positivo y en lo negativo. Si algunos no lo saben, habrá que enseñárselo, y si no son capaces de aprenderlo, tendrían que mandarlos a casa hasta, el septiembre posterior a las próximas elecciones.
No podemos caer en el desánimo, a pesar de los esfuerzos de los malos políticos. Hemos de desechar la idea de que en política todo vale. Tenemos que confiar en que para nuestros dirigentes, las vidas y opiniones de los compatriotas que los votaron, valen más que una caca. Que la caca de mi perro. Pero de esto último, hablaré otro día.
Sinceramente, ¡Primero Placeres, a sus órdenes!
A los que durante años hemos demostrado nuestra “profesionalidad” y no dependemos de franquicias ni servidumbres, podemos sin tener miedo a perder muestro trabajo, dar al Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios.
Entre ronda y ronda, al socaire del cafetito matutino, (antes se decía que en todos los trabajos se fuma), pude leer entre asombro e indignación, las insinuantes declaraciones públicas de un político local, contra la dignidad de nuestro Regidor, el señor Celdrán.
Este señor, el Alcalde, merece el respeto de los ciudadanos, independientemente, de los que por cualquier razón, estemos en desacuerdo con sus formas y modos de gobernar la ciudad, de su ideología política o de su pobre gestión municipal.
Aunque nos pese, es nuestro Alcalde, elegido libre y democráticamente por una ciudadanía que depositó en él su confianza, cosa que otros no consiguieron.
El castellano es una lengua rica en vocablos, con una gramática que permite expresiones y figuras retóricas, que lo dotan de una gran sutiliza, permitiendo dar a entender aquello que no se dice o escribe. Hasta este modesto cabo patrullero lo sabe.
Esta riqueza lingüística es utilizada como arma política de destrucción masiva, que muchos emplean de forma burda, vulgar y a veces hasta soez. Estos proyectiles salen de ambas trinchera políticas, cayendo en medio de la vida cotidiana, ante el asombro de los atónitos ciudadanos, que no comprende esta forma de dirimir las lógicas y divergentes formas de concebir la gestión de la vida política de Badajoz.
Claro que no todos, se indignan ante este bombardeo contaminante, que día tras día enrarece la convivencia ciudadana. Muchos, por convicción o servilismo, aplauden dependiendo del origen o dirección de los proyectiles.
Volviendo al comentario del “jefe de la oposición” municipal y aspirante a la alcaldía, se adivina una pobreza de ideas apabullante. Recordemos el momento en que declaró que la rehabilitación de la alcazaba de Badajoz, no le parecía prioritaria. ¿Quería decir que podremos continuar siendo la ciudad española que más desprecia los restos de su glorioso pasado? ¡Pues que bien!
No es un problema de partidos. Es un problema de personas y de las competencias que cada una de ellas han sido capaces de desarrollar.
Como ocurrió cuando se presentó el manifiesto de la Plataforma para la rehabilitación integral de la Alcazaba. El equipo municipal intentó subirse al barco con una “adhesión incondicional”, posición a mi juicio incorrecta, que la oposición aprovechó para tildar de municipalista la postura de la referida plataforma.
Desde una de las trincheras, tras años de abandono y suciedad, trataron de hacer suya la proclama de un movimiento ciudadano sin precedentes, para así propiciar que desde el frente opuesto, se intentara quitar protagonismo y legitimidad al inmenso puñado de ciudadanos que expresaba libre y espontáneamente mas que su opinión, su clara y fundada reivindicación.
Es costumbre de algunos políticos, sobretodo de los malos, contraatacar sin argumentos, lanzando cortinas de humo o tratando de tildar al inoportuno adversario de demócrata o republicano, según convenga en cada caso. Y a veces, utilizando adjetivos calificativos inoportunos o inapropiados. Haciendo ver continuamente terribles gigantes, donde solamente hay molinos.
Desde las filas del Sr. Vega no recuerdan de qué manera fue defenestrado, previamente a las pasadas municipales, el anterior candidato a la alcaldía, utilizando munición contaminada, con los pérfidos residuos de una exposición fotográfica celebrada bastantes meses antes. De nada valieron con semejante andanada, los méritos, experiencias y características que pudiera tener el edil.
¿Cuándo aprenderán que el paisano, el ciudadano imparcial y coherente, que se preocupa por su ciudad y los suyos, repudia este tipo de estrategias, vengan de donde vengan?
En una sociedad donde los valores no valen, donde los friquis, horteras y casposos, son elevados al trono de la fama y la opulencia, los políticos (los malos políticos), siguen sin aprender, ocupándose en una guerra sucia y estúpida, haciendo uso y derroche de una pedagogía política llena de malos ejemplos y de malvadas actitudes.
Cuando lleguen las próximas elecciones, se preocuparan enormemente por bajar la abstención, criticando a los que pasan y no votan, olvidándose de que previamente han sumido a una parte de la sociedad, en el hartazgo mas profundo.
¿No han pensado ni una sola vez las respectivas cúpulas, en las verdaderas causas del alto grado de abstención de los jóvenes? Se olvidan cómo persiguen a los que hacen picnic en las privilegiadas praderas de la alcazaba, expulsándolos de malas maneras, mientras que los acusan o confunden con botelloneros (perdón por la palabra).
Se olvidan de lo que pensarán aquellos chavales, a los que asaltaron compañeros míos, de los de verdad, con gorras de plato apañadas con rayitas (perdón) blancas y negras, cual agentes de CSI en Miami, sin previamente comprobar que los cigarrillos que liaban era de tabaco picado.
Se olvidan…, bueno vamos a dejarlo aquí. Ya se ve que se olvidan de todo. Menos de mantener el sillón, tras égidas intentando conservarlo, y si es posible, ascender en el escalafón de los partidos.
Este humilde cabo, que nunca fue universitario, solo pretende ingenuamente hacer reflexionar a los que aún confían en la res pública, a la gente política, generalmente culta, que realmente siente la pasión y la vocación de dedicar parte de sus vidas, a mejorar las de sus conciudadanos.
Los políticos han de ser referentes, espejos en lo que poder mirarse. Lo que hagan o digan, deberá de ir a Misa. Sus actitudes y comportamientos tienen un alto valor pedagógico. En lo positivo y en lo negativo. Si algunos no lo saben, habrá que enseñárselo, y si no son capaces de aprenderlo, tendrían que mandarlos a casa hasta, el septiembre posterior a las próximas elecciones.
No podemos caer en el desánimo, a pesar de los esfuerzos de los malos políticos. Hemos de desechar la idea de que en política todo vale. Tenemos que confiar en que para nuestros dirigentes, las vidas y opiniones de los compatriotas que los votaron, valen más que una caca. Que la caca de mi perro. Pero de esto último, hablaré otro día.
Sinceramente, ¡Primero Placeres, a sus órdenes!
La Asociación no se hace responsable de las opiniones personales recogidas en este blog.
GENIAL!!!
ResponderEliminarCuanta razón, lo peor de todo en Badajoz no hay oposición, tendremos Celdrán para rato.
ResponderEliminarMuy bueno. Lo malo de todo es que los políticos se olvidan de que deben de estar de acuerdo en temas de relevancia como son la conservación del patrimonio histórico y no echarse la culpa unos a otros de la dejadez y tampoco prometer en época de elecciones lo que no es un regalo, si no una obligación como mandatarios.
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