Tras la reciente declaración de la Semana Santa de Badajoz como Fiesta de Interés Turístico Nacional, la Asociación Amigos de Badajoz y la Asociación Cívica Ciudad de Badajoz solicitan públicamente al Ayuntamiento de Badajoz la creación del “Museo de Semana Santa”. La idea no es nueva, pues ya se planteó hace varios años, pero el momento sí que parece ahora el adecuado tras esta la declaración más importante conseguida por una fiesta de la ciudad. En el proyecto podrían entrar a colaborar otras instituciones públicas, pues se trata de difundir una de las celebraciones tradicionales más importantes de Extremadura.
Justificación
Se trata de la celebración tradicional más antigua de la ciudad, con raíces en el S. XIII y XIV y con hermandades penitenciales que ya desfilaban por las calles de Badajoz desde el S. XVI, siendo la mayoría de las Cofradías actuales del S. XVII y de origen gremial e incluso rescatándose actualmente algunas, como la Vera Cruz, que ya procesionaba desde 1526. Todo ello supone un inmenso Patrimonio Cultural que forma parte importante de la propia Historia de Badajoz, que debe ser valorado y difundido.
Objetivo
El objetivo del Museo de Semana Santa sería doble. Por un lado, el de guardar adecuadamente el rico patrimonio histórico-artístico de la celebración y poder mostrarlo a ciudadanos y visitantes como un tesoro más de la ciudad, que además pasa desapercibido muchas veces durante la procesión; por otro, el de difundir y vender turísticamente la Semana Santa de Badajoz ante el visitante, como un importante reclamo de la ciudad.
Contenido
El contenido del museo sería muy variado: paneles de explicación de la historia y documentación antigua de las cofradías, imágenes secundarias de los misterios de la pasión que tienen los pasos y, sobre todo, las Artes Aplicadas (orfebrería, madera tallada y bordado), presentes en canastillas, respiraderos, faroles, varales, estandartes, palios, mantos, libros de reglas, cruces de guía, sayas y un larguísimo etcétera que atesora la celebración y que da a conocer el trabajo desarrollado durante siglos por los mejores talleres y artesanos tanto locales como nacionales.
Edificio
Además la ciudad dispone de un emplazamiento ideal que está muy deteriorado y que aun siendo un importante monumento histórico está punto de desaparecer, lo que supondría poder recuperar un edificio noble para Badajoz. Se trata de la iglesia del primitivo Convento de Santa Catalina, posteriormente Iglesia de los Jesuitas, construido a principios del S. XVI y situado frente al Museo de la Ciudad, una ventaja añadida para su visita, pues los visitantes irían de uno a otro en pocos pasos. Pensamos que el Ayuntamiento debería adquirir este edificio para este fin y evitar su ruina.
El edificio del primitivo Convento de Santa Catalina es un gran desconocido en la Ciudad. Está situado en la calle Montesinos, hoy Plaza de San María, y sus antiguas dependencias llegan a la calle Soto Mancera. Fue construido en 1515, siendo habitado por las religiosas hasta el primer tercio del S. XVII, momento en que se trasladan a su nueva sede, sita en el terreno de lo que hoy es el Palacio de la Diputación Provincial de Badajoz. En el año 1634 se instalan en el edificio de la calle Montesinos los Padres Jesuitas, que llevarán una edificante existencia, sobresaliendo la labor del colegio, que regentaban y que daba nombre al lugar como "Calle de los Padres". La iglesia del centro religioso y el claustro se comunicaba con las demás dependencias del convento a través del arco de la calle Soto Mancera que aún se mantiene en pie. Los jesuitas son expulsados por orden del rey en 1767. Un año después, en 1768, Carlos III traslada a esta iglesia conventual la Parroquia de Santa María, denominada desde ese momento Santa María La Real. Se toma posesión de la iglesia el 16 de diciembre de 1770, estando aquí la parroquia hasta 1834, en que es trasladada a la Iglesia de San Agustín. Uno de los benefactores de esta iglesia fue el Duque de San Germán, gracias al cual se realizó el retablo mayor.
Hoy conservamos de este centro la iglesia, de propiedad particular, que presenta altas bóvedas y amplios espacios ideales para exponer los tesoros de la Semana Santa de Badajoz, y el convento que se dispone en torno a un sencillo y bello claustro, que ha sido felizmente recuperado y es utilizado actualmente como sede de la Concejalía de Cultura. La fachada de la iglesia luce aún el escudo real de Carlos III y se remata con una doble espadaña. El interior presenta planta jesuítica de una sola nave, bóveda de cañón y cúpula elíptica cubriendo el crucero. El edificio fue utilizado hasta hace algún tiempo como fábrica de baldosines y el claustro como viviendas, por lo que emplazar en esté histórico e impresionante edificio el Museo de Semana Santa sería una apuesta por la ciudad, la cultura, los ciudadanos y los valores de Badajoz, de inestimable valor.