09 abril 2017

Pequeñas historias, hallazgos y denuncias (XI), en "Desvelando los secretos de Badajoz con José Antonio Hinchado Alba"




Pequeñas historias, hallazgos y denuncias (XI), en "Desvelando los secretos de Badajoz con José Antonio Hinchado Alba"





XI.1 UN SARCÓFAGO EN EL PATIO DEL CLAUSTRO DE LA CATEDRAL GÓTICA DE BADAJOZ.
 
Sí, como lo estáis leyendo, la pila o pilón que está pegada al brocal del aljibe, pues no es pozo, sino aljibe, es un sarcófago de granito, tallado por su interior y por un lado con la típica forma curvada, que es donde se colocaba la orientación de la cabeza del difunto, por los pasillos del claustro está lleno de ellos, claro está, con sus lápidas por encima, es un curiosidad que merece ser destacada. Este claustro en sus orígenes es de 1364, aunque era más reducido, lo que vemos hoy, es construido entre 1500 y 1520. Aunque este sarcófago tiene pinta de ser anterior a estos siglos aquí reflejados.


Algunas de las fotos que he puesto en blanco y negro son del fotógrafo Fernando Garrorena, sacadas en los años veinte del siglo pasado, quiero destacar dos cosas, una los hierros de la polea del brocal, que son forjados y de una extraordinaria belleza, donde se ha grabado en su exterior la capacidad del aljibe, 19.504 arrobas de agua; y las imágenes del fraile y el monaguillo con el cubo y regadera de cinc, ya también en un ámbito de desuso estos materiales, y también de una riqueza fotográfica sin desmerecer.







XI.2 CONTROL ARQUEOLÓGICO NULO.


Ayer quedó demostrada la evidencia, de que no hay control arqueológico, en las demoliciones del Campillo en Badajoz, ayer la Asociación Amigos de Badajoz, organizó una visita de la zona, con explicaciones históricas, del sitio; cuando nos desplazábamos de un lugar a otro en grupo, al pasar por la calle Jarilla esquina San Lorenzo, miré y ahí estaba tirado y abandonado, como una simple piedra o trozo de ladrillo, muerto de asco, me agache le di la vuelta y premio, era lo que me imaginé al verlo, un trozo de fuste de mármol blanco, enseguida llamé la atención de los amigos que les interesan la historia, y que por allí estaban: Javier Teijeiro, Rubén Galea, Ricardo Cabezas, Fernando de la Iglesia, Manuel Cienfuegos, Manolo Alfaro, Julián García, Moisés Cayetano, Rosa Rodríguez y algunos más, que me disculpen por no nombrarles, o bien no me acuerdo de su nombre o se me ha olvidado, luego vinieron las pertinentes risas del desmadre histórico-arqueológico de esta ciudad y el descontrol que tiene, desde todos los ángulos.
Este fuste puede ser desde romano pasando por visigodo a islámico, aunque yo me inclino por el romano, se le ven dos puntos de óxido, donde en uno conserva un trocito de hierro, y luego se ven unas marcas donde se ven dos rombos o cuadrados y unas rayas, pero no se interpretarlo o quizás sean marcas del tiempo y mi imaginación...
Posiblemente sea una pieza de las que se ponían de rinconera para salvar del paso de los carruajes antiguamente, pues utilizaban estos fustes antiguos, Badajoz está lleno, aunque algunos desaparezcan como en la calle Amparo, la otra foto es el callejón de esta calle Jarilla, a escasos metros del fuste aparecido, donde se aprecian otros dos trozos de fustes antiguos, pero pintados por encima, espero no reciban el mismo trato que el primero, y por favor más seriedad con la historia y la arqueología de la ciudad señores del Ayuntamiento y Junta de Extremadura.







XI.3 CRIMEN EN EL CLAUSTRO DE LA CATEDRAL DE BADAJOZ. LA DESTRUCCIÓN DE CUATRO ALTARES Y UN RETABLO.

Esta historia resulta interminable, pensé que los curas tenían más cuidado por el arte y el patrimonio por estos lugares, es una pandemia extendida a todos, convirtiéndola en epidemia año tras año, menos mal, que algunos estamos vacunados. Pero es así, estos curas, también nos la lían, quizás influenciados por alguna opinión de peso, pero desacertada, aquí pongo algunos detalles muy dignos de tener en cuenta, referente a los sucesos que quizás los llevó a su fin.



En 1958 la archivera municipal María Dolores Gómez Tejedor, hoy cronista oficial honorífica, en su libro La Catedral de Badajoz, dice textualmente los siguiente: "...Este curioso y singular claustro ha sido modernamente aderezado, no encuentro palabra más expresiva, con mejor deseo que acierto, el granito de que está hecho fue pintado imitando al propio granito, los muros blanqueados, los zócalos cubiertos de azulejos trianeros, saturados de líneas y colores, los ventanales tapados con grandes paneles de vulgarísimos vidrios blancos y de colores, y en los ángulos se han colocado sendos altares o estaciones de un estilo gótico, que se resiste a la más somera crítica, con todo ello desapareció el bello carácter de severidad, un tanto arcaica, que es el sello regional de los claustros extremeños..., ...Sin embargo despojado este claustro de los colorines que lo afean, sobre todo esas llamadas estaciones de un goticismo de pastelería, brillará indudablemente en todo su esplendor,...,...La disposición actual de este claustro con los altares o estaciones que en cada uno de los ángulos aparecen, no responde a la disposición que según Solano describe del modo siguiente: (tiene el claustro cuatro altares para las cuatro estaciones de las procesiones y la primera es el altar del santo crucifixo de mucha veneración y concursos de sacerdotes por ser privilegio, es entierro de caballeros de apellido Leguizamo, y lo posee, D. Pedro Ybañez de Leguizamo, caballero de la orden de Calatrava y marqués de Gramosa. La segunda estación es el altar de San Blás cuyo retablo y entierro labraron, el racionero Blandianes de Coronado y el racionero Blandianes de León. El altar de los Reyes que hoy está dedicado a nuestro canónigo San Atón, es la tercera estación. La cuarta es el altar que llaman de los pastores porque asisten allí a cristo recién nacido). Por la descripción de Solano, parece que las capillas antes citadas, serian reemplazadas por las actuales con grave desventaja artística y reduciendo el espacio que ocupaban. En cuanto al aspecto artístico existe gran diferencia entre los primitivos altares, que corresponden a principios del XVI, al florecimiento del estilo renacentista, con los que hoy vemos con tal calidad, que la pluma se resiste a escribir. El autor de las pinturas es Antonio Luchinsqui en 1804, según firma en uno de ellos,. Al entrar en el claustro, el primero que vemos, en el lateral derecho es el que representa a la Virgen sedente con el niño en el brazo izquierdo coronándola dos ángeles. El siguiente representa a San Sebastián. Siendo el altar dedicado a Santa Brígida, el siguiente, por tener un angelito colocado ante ella con un cartel con el nombre de la Santa. Por ultimo San Juan, en el bautismo del Jordán. Todos ellos como se ha dicho careciendo del más elemental gusto artístico, son desproporcionados y de estridentes colores. Los adornos seudogóticos que enmarcan las citadas pinturas se ejecutaron a finales del pasado siglo y corrió por cuenta del canónigo don José Doncel y Ordaz. Igualmente él fue el donante de las vidrieras que cierran el claustro, gastando en esas cosas 25.000 pesetas, realmente hay que agradecerle su buena voluntad pero ¡que dinero tan mal empleado!...."



Aunque he de reconocer, que estoy en una pequeña parte de acuerdo con la archivera, en la gran mayoría no lo estoy, y me parecen desproporcionadas sus críticas al respecto, de estos altares, es cierto tenían unos tonos pastel de pintura que desentonaban, seguramente dados por alguien no cualificado, era tan sencillo haber traído a un restaurador y darle pan de oro y demás aires de su época, también tiene errores en su publicación referente a este tema, podemos decir, como por ejemplo, algunas fechas erróneas, pues tres de las pinturas son de Alonso de Mures en 1729, por lo tanto como mínimo son de ese año los altares y no como dice la archivera, sólo San Juan Bautista es de Antonio Luchinsqui, sustituyendo otro anterior en mal estado, en 1804, pintor de origen polaco, castellanizando su apellido en Lucenqui, pintor en Badajoz. Menos mal que los curas no destruyeron las pinturas también, y eso es lo único que nos queda de los cuatro altares, es curioso que del retablo también desaparecido, la archivera, no dice nada, quizás le gustase, no sé, pero de estas cinco destrucciones, en las siguientes publicaciones relacionadas con la catedral de Badajoz, no se mencione nada, seguramente porque les de vergüenza, tal aberración sin sentido.

En las fotos se puede ver con los puntos verdes dos de los altares y el retablo destruidos, y en el hueco de ese retablo, se colocó la lauda de Lorenzo Suarez de Figueroa, la reja del retablo se conserva con la lauda, para disimular el hueco y la falta de azulejos, quizás a la señora archivera, hoy cronista, le guste más ese aire modernista que tienen las pinturas hoy día. Las fotos en blanco y negro son de José Ramón Mélida de 1907-1910, Fernando Garrorena 1928, y Antonio Pasaporte, de finales años veinte principio años treinta, por lo tanto vemos dos de los cuatro altares y el retablo.

Agradecimientos a Manuel Ortiz Merino.

José Antonio Hinchado Alba.













XI.4 CAPITELES, CIMACIOS E IMPOSTAS VISIGODAS EN LOS SOPORTALES DE LA PLAZA ALTA DE BADAJOZ.

Los constructores de estos soportales reutilizaron y aprovecharon todos los materiales arquitectónicos, que tuvieron a su alcance, aparte de serles útil, les era económico, así también preservaban de la desaparición de materiales de épocas anteriores, pero esto les llevó a una mezcla de tamaños y formas de todas esas columnas, acondicionándolas a los desniveles del terreno y al tipo de construcción, esto les llevó también a tener que modificarlas estéticamente, siendo hoy día algo complicado su identificación y estudio.



Empezaremos por un capitel (foto 1), de mármol blanco-gris, muy deteriorado y desgastado, donde se aprecian en la parte de abajo motivos vegetales, tiene dos filas de hojas de acanto, donde en la primera el desgaste hace no apreciar que tenía grabado en su interior, aunque fijándose detenidamente algo de este grabado le queda, en la segunda fila, en el interior de la las hojas, vemos volutas y a la vez grabadas otras hojas interiormente, en algún sitio parecen hojas de parra, y en otros sitios es difícil de precisar; no se descarta que este algo sesgado.



Ahora tenemos un cimacio (foto 2), en mármol blanco, con unos grabados de rombos en sus cuatro caras, los rombos era un motivo muy utilizado por los visigodos, este cimacio a mi juicio, no se le ha modificado en nada, y es de todas estas piezas la más fiel a su elaboración original, fue encalado por encima.



Luego viene otro cimacio (foto 3), también de mármol blanco, este tiene una serie de complicaciones, y me ha traído quebraderos de cabeza, pues aparte de no encontrar nada parecido en publicaciones e internet, referente a su rarísimo grabado y forma, donde parece que ha sido sesgado, tiene en sus cuatro caras el mismo grabado, quizás pudo ser un cimacio en origen, pero el hecho de que los círculos estén cortados, y simétricamente por el mismo sitio en sus cuatro caras, me hace dudar, el profesor José Ángel Calero Carretero, amablemente me da su opinión sobre estos círculos secantes de pobre factura, y no se descarta que sea un cimacio, pero sopesa la posibilidad de que sea un cancel sesgado, y aprovechado para este fin.



Ahora le toca a una imposta de mármol blanco (foto 4), en la cara frontal tiene: en la esquina derecha muy deteriorada, unas volutas, a continuación la cruz de la iglesia cristiana, esta cruz también es muy típica en época visigoda desde el siglo V, luego nos viene una estrella o roseta octopétala, también común en época visigoda, y en la esquina izquierda una palmeta de hojas de acanto, también típica; en la cara izquierda, tenemos un motivo vegetal, quizás un racimo de uvas, u hoja con su tallo, pues entre lo desgastado y la cal que tiene encima no se aprecia bien, luego está el resto tapada por el pilar, la cara derecha es lisa, y la última cara queda dentro del pilar de mampostería.



La (foto 5), es una mezcla de otras piezas de estos soportales, está otra imposta de mármol blanco, con talla en bisel, muy encalada, que a mi criterio también es visigoda, luego hay otra imposta, más lisa, también muy encalada, y debajo con cemento, que realmente a fecha de hoy no sé de qué periodo es, pero en un futuro se sabrá, cuando arreglen esta vivienda; y luego tenemos el capitel sesgado de mármol blanco, haciendo de basamento de la columna donde está el cimacio de los rombos, y por detrás con un pegote de cemento, ya hablé de ella en otra publicación.



En la (foto 6), he puesto algunas fotos de piezas con grabados parecidos, tres de ellas son piezas aparecidas en la Alcazaba de Badajoz, otras tres son de Mérida, otra de la mezquita de Almonáster la Real en la provincia de Huelva, y otra de la mezquita de Córdoba.



Agradecimientos al profesor José Ángel Calero Carretero.

José Antonio Hinchado Alba.












XI.5 IGLESIA VISIGODA DE VALDECEBADAR, UNA JOYA CASI DESAPARECIDA.


En el término municipal de Olivenza, pegado al pueblo de San Francisco, a unos 500 metros del término municipal de Badajoz, y a unos 16 km de la ciudad, se encuentran estas ruinas de lo que hubiese sido, de estar en pie, la iglesia hispano-visigoda junto con la del Germo en Córdoba las más al sur de España y de una importancia muy destacable.

Se aprecian sillares de cornisas romanas, y algún elemento tardorromano, comparable a otras iglesias importantes de la Península, en el cortijo del mismo nombre se aprecian algunos sillares perteneciente a esta iglesia, reutilizados en el cortijo, este cortijo se haya a unos 100 metros, donde en otra publicación hablaremos de ello, por sus curiosidades.

Con mis amigos Francisco Bellino, y José Miguel Morcillo.



La iglesia visigoda de Valdecebadar, o mejor dicho, sus ruinas, pertenecen al grupo de monumentos de la Alta Edad Media descubiertos en época relativamente reciente.



Su hallazgo en los años 60 fue una esperanzadora noticia para la Arqueología, que hizo pensar que aún podía haber mucho por descubrir. Pero por desgracia, Valdecebadar no es un edificio, sino sólo una planta de edificio, apenas una estructura esbozada en el suelo, restos de muros de escasa de altura.



Cualquier vestigio de decoración, columnas, pilastras, etc. desapareció hace ya mucho tiempo, y sólo la planta y algunos elementos de cimentación y soporte permiten deducir las características originales. Sólo es posible localizar las ruinas de la iglesia, ya que ningún detalle la hace destacable sobre el horizonte de campos de labranza.



El hallazgo se atribuye al Instituto Arqueológico Alemán, concretamente a Thilo Ulbert, en 1967/68. En aquel tiempo trazó un plano (adjunto), al parecer el único existente, indicando la posición de algunas estructuras de cimentación, una pila bautismal de inmersión, y un conjunto de tumbas en el interior y los alrededores, hechas con ladrillos y tégulas, características de los enterramientos tardoromano-visigodos. Otro detalle extraño en Valdecebadar es la posición de la única puerta de acceso identificada, al extremo Sur del crucero, rasgo atípico en una iglesia por otra parte calificada sin dudas como visigótica.



Posteriormente se llevaron a cabo otros estudios del lugar, entre ellos, una nueva campaña en 2001-2003 dirigida por el propio Ulbert (a la sazón director del Instituto Arqueológico Alemán), Christoph Eger y Luis Caballero Zoreda entre otros. De este periodo son las fotos adjuntas, (las en blanco y negro).



Tras los estudios, los restos fueron convenientemente cubiertos de tela aislante y gravilla, lo que valoramos mucho los amantes de la Arqueología, pues no siempre se suelen dejar los restos arqueológicos protegidos adecuadamente al terminar o interrumpir una campaña.



Hay referencias de que el suelo es de opus signinum y bien conservado, pero precisamente el recubrimiento protector no permite verificarlo.



El edificio tiene planta de cruz griega, con una longitud de brazos de unos 18 metros, cruz casi perfecta, y decimos «casi» por ser conocida la aversión de los constructores medievales por los ángulos rectos: Los edificios suelen tener con frecuencia plantas de geometría irregular, aproximativa, así como anomalías en la orientación al Este, ortodoxa, de la cabecera, como sucede de forma ostensible en Marialba de la Ribera (con el testero casi apuntando al Sur), mientras que Valdecebadar está perfectamente orientada.



De la figura básica de cruz griega de la planta, emergen tres cuerpos: Hacia el Este, una cabecera con trazado exterior e interior ultrasemicircular, en forma de herradura muy cerrada, sobrepasada en 1/3 de radio.



En el muro Este del brazo Norte de la cruz se abre el acceso a una estancia cuadrada, de dimensiones similares a cualquiera de los cuatro brazos de la cruz (ver plano adjunto), que ocupa el hueco Nordeste de la cruz. En esta habitación se halló una pila bautismal de inmersión con dos pequeños tramos de escalera de tres gradas, muy similar a la de Aljezares. La diferenciación de espacios que distingue tradicionalmente los dos sacramentos, Bautismo y Eucaristía, queda así subrayada por esa disposición, anexa y aislada, del baptisterio (Ulbert).



Curiosamente, esta estancia no aprovecha el muro Norte del brazo Este de la cruz, sino que tiene su propio muro Sur, lo que deja un extraño espacio entre ambos muros, sin ninguna utilidad comprensible.



El tercer cuerpo es otra estancia cuadrada, de dimensiones casi idénticas a la anterior, y utilización desconocida, que ocupa el hueco Sudeste de la cruz. A ella se accede por el muro Sur del brazo Este de la cruz base. Es una especie de "sacristía" que, al igual que antes, tiene su propio muro Oeste de cierre, en vez de utilizar el muro Este del brazo Sur, lo que resultaría más lógico y económico. Y al igual que en el caso anterior, queda un espacio inutilizado entre ambos muros sin explicación constructiva alguna.



Imaginar la forma original de la iglesia y su evolución es arriesgado: Algunos autores apuntan que inicialmente se trataba de un templo de tres naves y tres cabeceras, que fue sometido a una completa reforma estructural. Igualmente, su función está por determinar: Mausoleo, capilla de un monasterio (improbable según Caballero Zoreda y Ulbert, debido a la presencia del baptisterio) o de un latifundio tardorromano.



Las formas de Valdecebadar ilustran la transición desde la forma basilical de origen romano que vemos en San Juan de Baños, con sus tres naves y su más que probable triple cabecera de ábsides cuadrados separados (Fontaine), como los que perviven en Santa Lucía del Trampal, a las formas, ya claramente hispanovisigodas, basadas en la simetría central y planta de cruz griega, como en San Pedro de la Nave, San Fructuoso de Montélios, Santa Comba de Bande, la Dehesa de la Cocosa, que se encuentra muy cerca de Valdecebadar en el término de Badajoz, o incluso Melque.



La estructura del espacio interior pasaría del ámbito diáfano de la forma basilical, a la fragmentación basada en arcos interiores delimitando los brazos de la cruz. La falta de elementos verticales impide deducir la estructura real de Valdecebadar, pero los apoyos en los ángulos internos de la planta cruciforme, y en el centro de los lados del cuadrado central, sugieren que existieron arcos interiores, arcos dobles en esta ocasión (Palol), en vez de triples como en Montelios, y su función, además de decorativa, pudo ser de soporte de una cúpula.



Esta fragmentación del espacio interno en pequeños ámbitos, oscuros y crípticos, estaba seguramente asociada con las peculiaridades del culto, la separación de los fieles en grados de iniciación, y la correspondiente división del espacio, con canceles y quizá incluso con cortinas.



Este rasgo de Valdecebadar, (y de San Fructuoso de Montélios) dista de la claridad del espacio interior del que se supone modelo estructural de todas las iglesias visigodas de planta de cruz griega: El llamado Mausoleo de Gala Placidia en Ravenna. Esta atomización de los espacios interiores se prolonga hasta el Mozárabe, por ejemplo con las formas laberínticas del interior de Santa María de Lebeña, y desaparece sólo con la llegada del Románico, sus nuevos conceptos espaciales y el fin de los rituales orientalizantes.



Conclusiones

Los interesantes restos de Valdecebadar son de los que nos recuerdan que la afición por la Arqueología es, en gran parte, imaginación: En efecto, los escasos rasgos visibles, castigados por el tiempo y la indiferencia, son las únicas pistas con las que intentar imaginar cómo eran aquellos siglos, que algunos califican injustamente de "oscuros", de la Alta Edad Media.



En la cuarta foto se puede ver una recreación de Germán Grau, de como seria esta iglesia en la realidad.







 Sillares romanos en Valdecebadar, algunos pertenecientes a una cornisa.




XI.6 EL CORTIJO DE VALDECEBADAR.


Todo un misterio de lo que fue en la antigüedad, envuelve a este cortijo, que se encuentra en el término municipal de Olivenza, muy cerca de San Francisco de Olivenza, a unos cien metros de lo que queda de la planta de la iglesia visigoda del mismo nombre, a unos quinientos metros del término municipal de Badajoz, y unos 16 km de la ciudad.

Por mucho que he intentado buscar algo publicado sobre él, me ha sido infructuoso, exceptuando un libro de Victoriano Parra de 1909, donde dice lo siguiente relacionado con un antiguo puente: "el de Valdecebadal (acabado en l) que sirve para la comunicación de las haciendas de aquel lado"; y en otra moderna sobre arquitectura popular de la zona, donde resalta la sobriedad de los majestuosos cortijos antiguos con líneas portuguesas, aunque se refiere como cortijo de Valdecebadalciño.

Los lugareños le llaman el convento, en él se pueden apreciar construcciones muy antiguas, como pozos, albercas, acequias levantadas con arcos, presas sobre el arroyo que allí hay, muros muy altos sin tener una lógica constructiva para un cortijo, una construcción con un arco de piedra que luego se ha convertido en una nave, posiblemente toda esta piedra provenga de la antigua iglesia visigoda, dos puertas características de la zona, de estilo portugués, la vivienda construida en piedra y encalada luego tiene la característica de tener una serie de aspilleras, y por dentro de la vivienda, estas tienen unos escalones elevados para acceder con comodidad a ellas, por lo que no descarto que en su día fuese un cuartel o pequeña fortificación, sin descartar un polvorín, ya que esta zona estuvo muy frecuentada en las guerras hispano-portuguesas y otras posteriores, y un largo etc. de restos de muros en piedra sin poder precisar con exactitud, donde se puede apreciar la antigüedad de este lugar enigmático.

El arroyo que por allí pasa, según algún mapa moderno se llama Maestranto, cuya palabra carece de significado en la lengua castellana y portuguesa, si existe maestrante, maestrando y mastranto, esta última es por la que me decanto sin descartar las anteriores, el mastranto es una planta.



Beneficios del mastranto



El mastranto es una planta de la familia de la menta, que es el nombre común que se da a varias especies de plantas que pertenecen a la familia vegetal de las labiadas. Se caracteriza por sus flores azules y sus hojas aromáticas. Crece en rastrojos y orillas de caminos de las tierras cálidas y templadas, con tallos espinosos y hojas opuestas, aromáticas, ásperas y de borde aserrado. Se usa en medicina y contra los insectos y parásitos.



Los principios activos de esta hierba son: mentol, mentona y carvona.



La miel de la flor de mastranto, de sabor suave y aromático se recomienda para estimular el buen funcionamiento del sistema digestivo.



El extracto de la planta entera, sin raíz, es usado por la ciencia médica como un excelente hipotensor. Cuando se presentan crisis de hipertensión, se pueden preparar infusiones de esta planta y tomarlas por lo menos tres veces al día. La supervisión médica es importante, no se debe consumir indefinidamente porque puede ser perjudicial para la salud.



El mastranto tiene propiedades desinfectantes y astringentes, es tónico del estómago y regulador del sistema circulatorio.



Las hojas y las flores utilizadas en cocimiento e infusión controlan la anemia, de igual forma, son favorables en casos de afecciones del hígado, gripe, flatulencia y dolores óseos. También ayudan a prevenir el mal de las alturas o sordera.



Con mis amigos, José Miguel Morcillo, Paco Bellino, José Manuel Bueno y Fernando Cerro.









 Esa hornacina, tiene toda la pinta y forma de haber albergado una imagen religiosa.











XI.7 PEQUEÑAS RUINAS ROMANAS A ESCASOS METROS DE LA VILLA DE LA COCOSA.



A unos 400 metros de la villa romana de La Cocosa, aguas abajo del arroyo Hinojales, y muy cerca de este, en el término municipal de Badajoz, a unos 15 km de la ciudad, existen unas pequeñas ruinas de época romana en lo que fue la casa del Yegüerizo.



En unas de las muchas salidas al campo que hago con mi amigo José Miguel Morcillo Gómez, observamos un montículo muy sospechoso en el centro de un campo arado, al otro lado del regato continuo a la finca de La Cocosilla, al acercarnos a este montículo, empezamos a ver algunos trozos de cerámica constructiva tejas, ladrillos, algunos estucos, vidrios y cerámica doméstica, cosa que ya nos delataba que algo había allí, al llegar a este montículo observamos unas estructuras de piedra y cemento, muy significativas de época romana, dentro de esta pequeña ruina, se seguía viendo trozos de estas pistas anteriores, pero un lucido de color albero nos confundía, días posteriores hablé con Manolo el capataz de la finca Los Cabezudos con el que me une amistad hace muchos años y me explicó que hubo allí.



Manolo me cuenta: "que esa fue una vivienda donde él había llegado a los 5 años de edad, de sus actuales 63, que le llamaban la casa del Yegüerizo, un señor que allí habitaba que tenía una cobra de yeguas y algunas vacas. Era una vivienda muy antigua de barro y piedras, que estaba en muy mal estado, y que tuvieron que abandonar, poco a poco se fue hundiendo, y luego con los tractores la terminaron de derrumbar, dejando solo lo que hoy se ve, pues no pudieron arrancar con los tractores, está estructura, tan dura".



Recordemos que en 1947, El arqueólogo catalán José de Calasanz Serra Rafols, excavó la villa de la Cocosa no pudiendo visualizar estos restos al existir en pie está casa del Yegüerizo. Pero publicó lo siguiente y muy alentador con respecto al área de la villa de La Cocosa "En longitud, digamos paralelamente al regato de Hinojales, tenemos un total que se aproxima a los 500 metros, en anchura, la determinación es menos precisa, pero comienzan estos hallazgos delatores a corta distancia del expresado regato, y se prolongan en una faja de 200 a 300 metros de anchura. Tenemos pues que está superficie no ocupa menos de 10 hectáreas, sin llegar a las 15. Además dentro de la finca La Cocosilla, al otro lado del citado regato, se descubren piedras procedentes de muros y se encuentran a flor de piel restos de barros constructivos, bien que en un área mucho más reducida. Se trata pues de un campo de ruinas extremadamente vasto...".



También hace mención que entre los dos núcleos principales de la excavación y más distantes aparecen cerámica constructiva como tejas, ladrillos y baldosas luego cerámica doméstica como dolía y ánforas y aún en menor cantidad barros finos incluso terra sigillata.

José Antonio Hinchado Alba.







XI.8 LAS ROSETAS HEXAPÉTALAS DE BADAJOZ.


Es muy típica en los ambientes religiosos, Badajoz debió estar llena en el pasado, aunque en el presente, tiene que haber algunas repartidas por iglesias, ermitas, conventos, capillas, etc.

En la foto 1, la tenemos en el brocal del aljibe, del claustro del antiguo convento de Santa Catalina del siglo XVI.

En la foto 2, una visigoda, insertada en la Alcazaba islámica, en la puerta del Alpéndiz.

En la foto 3, varias escoltando una cruz en el monasterio de Madre de Dios de Valverde de Leganés del siglo XVI, recordemos que este pueblo en ese y otros siglos perteneció al término

Municipal de Badajoz, hoy en día no, exceptuando que sigue perteneciendo a la diócesis de Badajoz.

En la foto 4 una tardorromana calada en un trozo de mármol blanco aparecida en un pueblo de la provincia de Badajoz llamado Alburquerque, hoy en día en el Museo Arqueológico Provincial de la ciudad.

Las fotos 5 y 6 son ejemplos de cómo pueden ser y donde se pueden colocar.



Más abajo al que le interese y a mi opinión es muy curioso de leer, está lleno de detalles sobre la historia de la roseta hexapétala.



La Rosa, conocida generalmente como Roseta, es uno de los símbolos más extendidos. Utilizado antes de la Edad del Bronce por toda Europa y que puede encontrarse habitualmente en toda la Península Ibérica. Parece que no hay duda de que se trata de una representación solar utilizada para rememorar al astro rey. Hay quien la vincula con ciclos lunares y es utilizada como símbolo de reencarnación. En cualquier caso, ha sido utilizado desde siempre como símbolo de protección.



Una religada es un símbolo consistente en una especie de esvástica curvilinea de cuatro o más brazos. Este nombre se le suele dar en Aragón, y viene a ser lo mismo que lo que en el País Vasco se denomina Lauburu.



Dependiendo del número de brazos que tenga, a las religadas, se les denomina también Quatrefuellas (las de cuatro brazos) o Rosetas (de seis brazos).



La roseta hexapétala, es muy común en el Alto Aragón. Muchas rosetas juntas, forman lo que se llama la flor de la vida.



Estos símbolos solares, son antiquísimos y característicos también del arte Celta y usados ya desde la Edad de Bronce. Muchas iglesias románicas del Alto Aragón cuentan con algunos de éstos símbolos en sus capiteles, puertas o muros. Siempre ha estado considerado como un símbolo protector-benefactor por lo que es común encontrarlo también sobre los dinteles de algunas puertas.



mitológico antiquísimo y común a muchas culturas, desde el extremo oriente, a islas del Pacífico y gran parte de Europa, según algunas teorías lo importaron los legionarios vascones del ejército romano tras sus campañas en países célticos, sin embargo, resulta más probable que sea un símbolo originado en un rito solar, común en casi toda Europa y que se transmitió por “contagio” de unos pueblos a otros.



Como símbolo solar, se usa normalmente en dirección del recorrido solar es decir, de este a oeste. Según algunas teorías, en ese sentido es un signo de buen augurio y en el contrario de mal augurio.



En el occidente asturiano se encuentran lauburus que, de acuerdo a relatos, era un símbolo muy utilizado en todo tipo de ornamentaciones en aquella zona. La svástica es una especie de cruz gamada presente en templos del culto budista, sobre vasos beocios, monumentos persas, monedas indias y aún en la figura de la cruz representada en su más simple expresión. Esta palabra se deriva del sánscrito, idioma madre en la India, y hay quien pretende que la svástica es un diagrama místico de buen agüero, a pesar de que los arqueólogos la reputan monograma del sol, algunos, cifra del amor, otros, símbolo del fuego, de la llama, del rayo, del trueno, del movimiento o del aire.



Se presenta en el País Vasco en formas rectilíneas y curvilíneas. Algunas halladas en Irisarry (Baja Navarra), se parecen al lábaro rectilíneo aún usado en el Extremo Oriente. Se halla acoplada a la rueda solar, al sol enrayado en forma de hélice, antiguos emblemas del disco en movimiento.



La svástica curvilínea de brazos redondeados la hallamos perfectamente determinada en Biriatu, Zugarramurdi y en piedras tum-bales laburdinas y bajonavarras. Mientras las variedades anteriores no son exclusivas del País Vasco, resalta aquí esta forma de svástica curvilínea de brazos redondeados, que asemejan a algo como un trébol de cuatro hojas; por lo que podríamos considerarla como el verdadero símbolo pastoril éuskaro de la alta antigüedad, emblema, tal vez, de una secta religiosa anterior al Cristianismo y que rechazaba la idolatría. La svástica curvilínea en forma de hélice, de brazos redondeados, que se halla en el País Vasco sola o acompañada de disco solar, de adornos ornamentales y de inscripciones lapidarias fue un símbolo o emblema de los pastores, de quienes lo hemos heredado a través de la evolución agrícola e industrial; insignia ingenua y distintivo vasco que equivale a un estandarte, a un escudo, y que se considera, al igual que las divinidades solares y lunares, como representación de las fuerzas de la naturaleza o de los cuatro elementos.



Según el célebre antropólogo e investigador vasco Don José Miguel de Barandiaran hay algunas señales que apuntan a una influencia indoeuropea en el culto del sol. Las cabezas verticales, a veces llamadas OCASO, representan la expresión femenina (emocional y perceptual) o los elementos de fuego y agua. Las cabezas horizontales, a veces llamadas AMANECER, representan la energía masculina (mental y físico) o los elementos de aire y tierra. A menudo este símbolo era el instrumento usado para hacer fuego prehistóricamente y así representa fuego sagrado, llama viviente, y poder productivo.



El Lauburu comparte las características de otras svásticas que han sido empleadas durante miles de años como señales religiosas y emblemas decorativos. Hay svásticas con los brazos que apuntan en el sentido de las agujas del reloj o en sentido contrario a las agujas del reloj, y con más de cuatro brazos. No es extraño ver, con frecuencia, lauburus grabados en piedra, sobre las puertas de muchas casas y caseríos vascos. Su significado, en principio, parece responder a la creencia de que el Sol ahuyenta el influjo del mal. Hoy día, la cruz vasca prevalece en todas las ramas del arte decorativo, incluso en joyería.



El símbolo de la Flor de la Vida, es una figura geométrica formada por círculos superpuestos. Representa una flor con forma similar a la de un hexágono. Considerada una “forma perfecta” ha sido, a lo largo de los tiempos, utilizada por arquitectos, artistas, etc.



Se dice que es uno de los más antiguos símbolos, con una antigüedad de 6000 años.



La Flor de la Vida, forma parte de la llamada Geometría Sagrada, o lo que es lo mismo, la creencia de que existe una relación entre la geometría, la matemática y la espiritualidad.



Este símbolo ha tenido siempre un gran valor religioso porque representa la conexión de la vida con los seres humanos. Valor no sólo en una, sino en todas las religiones del mundo. Desde los egipcios hasta los celtas, pasando por el cristianismo o el hinduismo entre otras.



Se considera un símbolo tan importante, porque incluso es posible que los 5 Sólidos Platónicos (tetraedro, cubo, octaedro, dodecaedro e icosaedro) hayan derivado de la Flor de la Vida.



Es una forma relacionada también de alguna manera con el símbolo de Vésica Piscis y con el nudo Borromeo, los tres círculos que representan a la Santísima Trinidad entre otras cosas.



El símbolo de la Flor de la Vida ha sido encontrado en multitud de templos y construcciones en muy diversos lugares del mundo. Algunos ejemplos son Europa Central, Egipto, China, Japón, India, México etc.

Lugares que nada tienen que ver entre si, y civilizaciones tan antiguas como la egipcia.



En cuanto a sus significados, también son variados, dependiendo de las culturas en las que se utilice. Por ejemplo, en la religión cristiana, es un símbolo de las virtudes del alma, representando la dulzura mientras que para los orientales, representa los chacras y los puntos magnéticos.



Para entender sus múltiples significados, hay que tener en cuenta el significado de las tres principales formas geométricas:



El Círculo, simboliza la mente



El Triángulo, las tres fuerzas. (Padre, Hijo y Espíritu Santo // Brama, Vishnu y Shiva // Sabiduría, Poder y Justicia // Positivo, negativo y Neutro)



El Cuadrado, la rectitud. Obrar, Hablar, Pensar y Sentir.



En pocas palabras, el símbolo de la Flor de la Vida, representa la esencia pura de la Vida.











El patrón del Génesis narra seis días de trabajo divino y uno de descanso. Gráficamente, lo entendemos como un círculo central y seis círculos girando en torno a éste. Cuando realizamos el trazado, somos conscientes de que la secuencia numérica binomial es la que ampara este desdoblamiento. La ley de contención está basada en la duplicación de los elementos. Es la creación de la tridimensionalidad. De hecho, es la incubación en ella. El patrón de la Flor de la Vida es un símbolo que explica los ejes x, y, z, es decir, el movimiento adecuado en la tridimensionalidad. Es la malla que nos ata y estructura en el mundo material. Es lo que le permite a la energía solidificarse como materia.






XI.9 PUENTE SOBRE EL ARROYO HINOJALES.



A unos 12 km de la ciudad de Badajoz, por el viejo camino de Valverde de Leganés, y continuando este hasta el camino de Olivenza a Talavera, tenemos este puente, que los lugareños llaman romano, pero que evidentemente no lo es, a unos quinientos metros aguas arriba está la villa romana de La Cocosa; la fecha de construcción es muy dudosa está entre 1806 y 1840 pero no hay documento que lo certifique y da la sensación que parece más antiguo; cierto es, que en el arranque de sus pretiles tienen en unas formas circulares de mampostería, eso hace pensar que ya existía un puente anterior, pues no tiene sentido aparente esas formas, en las fotos podéis ver aunque no muy bien por la maleza esas formas circulares perfectas, a ambos lados del puente, es una hipótesis corroborada por un plano donde se puede ver ese puente sin esos círculos de mampostería, mi amigo José Miguel Morcillo Gómez y yo hemos comentado esto, y no nos cuadra en casi nada estos círculos tan anómalos.



Es un puente de mampostería y ladrillo, alomado, con tres arcos el del centro escarzano con tajamares en un lado y sin contratajamares en el otro. Este puente hoy en día está en uso, y pasan por él, maquinaria agrícola pesada, está en estado de olvidó y abandono.



Es muy escasa la documentación al respecto, Luis Alfonso Limpo Píriz dice en una publicación: "Al regresar la soberanía española a la margen izquierda, tras la firma de los Tratados de Badajoz del seis de junio de 1801 Olivenza dejó de estar inscrita en el eje horizontal Este-Oeste para recuperar el eje vertical Norte-Sur que estuvo en el origen mismo de su historia. Este cambio se tradujo en la revitalización de la antigua calzada mercatera medieval Badajoz-Alconchel, en el cual el gobierno de Godoy proyecto dos puentes". El del arroyo de Hinojales y el de la Rivera de Olivenza, este si se sabe la fecha de construcción, hablaré de él en otra publicación.



Limpo también nos dice relacionado con el plano de la Cartoteca Histórica del Servicio Geográfico del Ejército, que aquí os pongo, y sobre todo fijaros en el cuadro de abajo a la izquierda justo abajo del todo, un plano de este puente muy parecido al actual, pero diferente y sin los nombrados círculos. "El esfuerzo español para integrar Extremadura a la recién conquistada plaza de Olivenza, se refleja en este doble proyecto de puentes del año 1806, con Godoy todavía en el poder". "Plano topográfico de la faja de terreno entre la Rivera de Olivenza y el Arroyo Hinojales, que comprende el camino del medio, que desde la plaza de Badajoz, pasando por Casa Alta en cuya dirección se han proyectado dos puentes para la mejor comunicación del vecindario y tropa de estas plazas. Con un presupuesto calculado de las obras a realizar y dos perfiles. Sin indicación de autor ni fecha".



Y Lozano Bartolozzi nos dice en otra publicación lo siguiente: "En el año 1805 se insta por Real Orden a construir dos puentes, visto por el acuerdo de la Junta Principal de Fortificación de esta misma Provincia según el cual se manda: que los arrendadores de los baldíos concedidos para el pago del subsidio estimativo de los trescientos millones mandados exigir en todo el Reino, con toda la idea de sacar los fondos suficientes para la construcción de dos Puentes, uno en la Rivera de Olivenza y otro en el Arroyo de Hinojales visto el proyecto por el Ingeniero Comandante José de Gabriel aprobado por el Generalísimo con los demás que comprende y conformándose en todas sus partes...".



Agradecimientos a Luis Alfonso Limpo Pirís.



José Antonio Hinchado Alba.











XI.10 PUENTE SOBRE LA RIVERA DE OLIVENZA.



Este puente lo tenemos a unos 15 km de la ciudad de Badajoz, sobre la Rivera de Olivenza, está rivera hace de frontera de los términos municipales de ambos sitios, se llegaba a él a través del camino viejo a Olivenza, fue construido en 1840, donde en una lápida de mármol conservada en el Museo Etnográfico de Olivenza, y cuya foto podéis ver más abajo, fue proyectado junto con el del Arroyo Hinojales en 1805.



Este curioso puente es de lomo de asno, con siete arcos de medio punto, sobre pilas reforzadas con tajamanes, los de aguas arriba son de sección ojival y están realizados en ladrillo, así como los arcos, los contratajamares son verdaderos contrafuertes de mampostería, paramentos y pretil están realizados con la misma técnica.



Como dato curioso, destacar dos cosas significativas, por el lado de Badajoz este puente en su caída tiende a ensancharse, está curiosidad se observa en otros puentes, pero lo realmente curioso y mucho más raro, es en la caída de lado de Olivenza, que acaba en una auténtica curva semi cerrada, y cuyas explicaciones pueden ser varias.



Es muy escasa la documentación al respecto, Luis Alfonso Limpo Píriz dice en una publicación: "Al regresar la soberanía española a la margen izquierda, tras la firma de los Tratados de Badajoz del seis de junio de 1801 Olivenza dejó de estar inscrita en el eje horizontal Este-Oeste para recuperar el eje vertical Norte-Sur que estuvo en el origen mismo de su historia. Este cambio se tradujo en la revitalización de la antigua calzada mercatera medieval Badajoz-Alconchel, en el cual el gobierno de Godoy proyecto dos puentes". El del arroyo de Hinojales y el de la Rivera de Olivenza.



Limpo también nos dice relacionado con el plano de la Cartoteca Histórica del Servicio Geográfico del Ejército, que aquí os pongo, y sobre todo fijaros en el cuadro de abajo a la izquierda justo abajo del todo, un plano de este puente muy parecido al actual, pero diferente y sin los nombrados círculos. "El esfuerzo español para integrar Extremadura a la recién conquistada plaza de Olivenza, se refleja en este doble proyecto de puentes del año 1806, con Godoy todavía en el poder". "Plano topográfico de la faja de terreno entre la Rivera de Olivenza y el Arroyo Hinojales, que comprende el camino del medio, que desde la plaza de Badajoz, pasando por Casa Alta en cuya dirección se han proyectado dos puentes para la mejor comunicación del vecindario y tropa de estas plazas. Con un presupuesto calculado de las obras a realizar y dos perfiles. Sin indicación de autor ni fecha".



Y Lozano Bartolozzi nos dice en otra publicación lo siguiente: "En el año 1805 se insta por Real Orden a construir dos puentes, visto por el acuerdo de la Junta Principal de Fortificación de esta misma Provincia según el cual se manda: que los arrendadores de los baldíos concedidos para el pago del subsidio estimativo de los trescientos millones mandados exigir en todo el Reino, con toda la idea de sacar los fondos suficientes para la construcción de dos Puentes, uno en la Rivera de Olivenza y otro en el Arroyo de Hinojales visto el proyecto por el Ingeniero Comandante José de Gabriel aprobado por el Generalísimo con los demás que comprende y conformándose en todas sus partes...".



Victoriano Parra en 1909 nos dice lo siguiente: "La guerra de la independencia primero, y la primera guerra carlista después frustraron la construcción del puente sobre la rivera, antigua frontera oriental del enclave. Hasta 1841 Olivenza y Badajoz capital no estuvieron comunicadas por un puente de fábrica-ladrillo y mampostería ordinaria de 30 varas de longitud y 6 1/3 de latitud con siete arcos". (Se equivoca en la fecha, pues es de 1840)



En su centro y sobre su guardalado derecho se puso una lápida con la siguiente inscripción en letras romanas: " Concluida la guerra civil que afligió a España por espacio de siete años la Excelentísima Diputación Provincial de Badajoz, siendo su presidente el Sr. D. Cayetano Cordero, mando construirse este puente a expensas de los fondos provinciales. Se dio principio a la obra el 9 de junio de 1840, y se concluyó el 30 de octubre del mismo año".



Miguel Ángel Naranjo Sanguino, nos dice: "Esta lápida después de haber estado en el patio de una casa particular, es exhibe a la entrada del Museo Etnográfico de Olivenza. Los planos y la supervisión de las obras del puente de la rivera, correspondieron a Don Valentín Falcato, vecino de Badajoz, arquitecto del Ayuntamiento, maestro mayor de la fortificación de la plaza y director de la Comisión Provincial de Puentes y Alcantarillas. El contratista de la obra fue también vecino de Badajoz, D. Benito Lagarza. Su importe total ascendió a 84.220 reales".



Con mis amigos José Miguel Morcillo Gómez y Paco Bellino.

Agradecimientos a Luis Alfonso Limpo Píris.



José Antonio Hinchado Alba.











XI.11 CASAS NUEVAS. (CASAS NOVAS).
 
Este pequeño muro de mampostería y algo de ladrillo es lo único que nos queda de lo que fue Casas Nuevas, que estaban situadas en el término municipal de Badajoz a unos 14 km de la ciudad, a unos cuatrocientos metros, de la Rivera de Olivenza y de su puente; Casas Nuevas estaba situado junto al camino viejo de Badajoz-Olivenza, y en el mapa que adjunto, de la Cartoteca del Ejército en Madrid, del cual se desconoce época y autor, pero sí sé que es anterior a 1840, posiblemente de finales del siglo XVIII o principios del siglo XIX, se puede ver situado encima del punto rojo, en otros mapas, viene como Casas Novas, en portugués y más modernos que este, cosa rara pero cierta, y es debido a que los lugareños así la llaman hoy día, entre estas ruinas y el puente han aparecido restos de materiales de época romana y posteriores; alrededor de este muro se observan restos de ladrillos y cerámicas antiguas, pero no hemos visto ninguna distintiva para poder datarla en antigüedad, realmente no hemos podido saber la antigüedad de este muro y sin descartar tampoco que sea alguna construcción religiosa o militar, ya que está en lo alto de una loma, y se divisa una amplia zona de terreno. Posiblemente fuera lo que se le llamó los Paredones por parte de Matías Ramón Martínez Martínez.










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