La Asociación Cívica Ciudad de Badajoz denuncia la eterna promesa del Parador

La Asociación Cívica Ciudad de Badajoz desea denunciar públicamente la paralización total en que se encuentra el proyecto de implantación de un Parador Nacional de Turismo en el antiguo Hospital Provincial.

La historia de este importante proyecto para Badajoz es la de una continua sucesión de promesas incumplidas y anuncios que se quedan en papel mojado.

En este sentido, la conversión del antiguo Hospital Provincial en Parador de Turismo fue prometida el 31 de julio de 2004 por el presidente Zapatero en visita a Mérida, quien aseguró que “el Parador entraría en los presupuestos que se elaboren para el 2005”. Posteriormente, el entonces Consejero de Cultura, Francisco Muñoz, anunció en agosto de 2005 que “el Parador estaría terminado antes de 2008”. Poco después, en octubre de 2005 visitó el edificio del antiguo Hospital Provincial el Secretario General de Turismo, quien señaló que la obra empezaría antes del verano de 2006, para su apertura en 2008.

Asimismo, el septiembre del año pasado fuentes del Ministerio de Industria y Turismo afirmaron que se estaban concluyendo los estudios previos y que en el mes de octubre tendría lugar la licitación del proyecto, cuya redacción comenzaría en consecuencia a principios de 2010. Sin embargo, en diciembre la Consejera de Cultura y Turismo anunció que la redacción del proyecto no se licitaría hasta 2011 por lo que las obras no tendrían lugar, en el mejor de los casos, hasta 2012.

Después de seis años de promesas incumplidas, ahora nos volvemos a encontrar con que de nuevo se falta a la palabra dada y en los Presupuestos del Estado para 2011 no se contempla partida presupuestaria alguna para el proyecto de Parador Nacional en Badajoz.

Por tanto, y a la vista de los datos aportados, se evidencia el descaro que tienen las administraciones y políticos para incumplir sistemáticamente sus compromisos con la ciudad de Badajoz, jugando con las ilusiones de los badajocenses y el progreso de nuestra capital, y actuando irresponsablemente en el ejercicio del mandato que los ciudadanos les hemos otorgado.