31 mayo 2009

El Regalazo: "Renovarse o morir"


Renovarse o morir


Está de actualidad la demolición-renovación del Viejo Vivero, campo de fútbol con cien años de historia que cambiará su configuración para convertirse en una instalación deportiva funcional y más acorde con la ciudad moderna y de futuro que todos pretendemos para Badajoz.

Los más nostálgicos ven con pena la desaparición de la que fue su “casa” durante tantos y tantos domingos. Escenario de grandes encuentros de nuestro querido Badajoz, testigo directo de los distintos ascensos de nuestro equipo, especialmente del último ante el Cartagena por ser el más cercano. El Viejo Vivero acogió entre sus cuatro destartalados graderíos el Trofeo Ibérico que estuvo entre los mejores de España, equiparable a otros míticos que siguen celebrándose como el Carranza o el Colombino. Su césped fue considerado como el mejor del país, admirado por grandes jugadores nacionales que tuvieron la suerte de pisarlo. Sería muy prolijo enumerar a todos los que saltaron al vetusto campo, tanto aquellos que vistiendo la camiseta blanquinegra dieron el salto a grandes equipos, como los que lo visitaron con la camiseta de otros conjuntos, así como aquellos que en su etapa juvenil participaron en el afamado Trofeo Semana Santa, como cachorros de los mejores clubes de España y Europa y después o ahora convertidos en grandes jugadores. Valga como ejemplo, sin embargo, relacionar sólo a algunos de ellos: Raúl o Fernando Torres, los Eusebio, el nuestro, Eusebio Bejarano y el portugués, el mejor futbolista que ha dado el fútbol luso. Adelardo, icono del Atlético de Madrid décadas atrás, en fin, la lista sería interminable.

No soy nada nostálgico cuando las cosas van a mejor, pero tengo memoria y recuerdo con agrado tantos momentos buenos que pasé en el Viejo Vivero. En ese “estadio” durante más de una década lo visité a diario para ver los entrenamientos del equipo y realizar mis labores informativas. Durante ese mismo periodo narré los encuentros del Badajoz en su última etapa de Segunda A. El Viejo Vivero ha sido también mi casa, como la de todos los pacenses, pero en mi caso por lo referido con anterioridad viví muchas horas en él.

Está bien recordar lo antiguo, respetarlo, tenerlo en nuestra memoria, pero nada más. Algunos querrían que continuara por los siglos de los siglos con su actual fisionomía, sólo admitiendo algún pequeño retoque, alguna mejora, pero que no cambiara el aspecto de siempre. Respeto a quienes piensan así, pero creo que la renovación ha tardado en llegar. El Viejo Vivero no dio la talla en muchas ocasiones. Valga como ejemplo y anécdota la que tuve ocasión de vivir con motivo de un encuentro con el Real Betis Balompié en una de sus visitas en partido de liga. Un viejo locutor de la Cadena SER de Sevilla, Araujo, comentaba en directo para sus oyentes: -“Señores, no hay derecho a que en partidos de la Segunda División española se permita jugar en este campo -no se refería al terreno de juego- La culpa la tiene la Federación Española de Fúrgol, qué digo, la culpa la tiene la Liga de Fúrgol Profesional, por permitir estas instalaciones. Aunque, miren ustedes, saben de verdad quién tiene la culpa, er Betis por estar en Segunda”.

El Viejo Vivero carecía de las más elementales instalaciones para acoger un espectáculo en masa, sin embargo, sí tenía unos amplios servicios, tan grandes como las tapias, que servían de receptoras de micciones blanquinegras, pobre espectáculo dominguero. Para acceder al viejo recinto había que atravesar el campo de tierra, que se convertía en un insalvable barrizal en épocas de lluvia.

En fin, qué quieren que les diga que ustedes no sepan, creo que al Vivero Viejo se le tiene más estima por que el Nuevo no ha sido aún capaz de hacer olvidar los grandes momentos allí vividos. La avocación a la desaparición que parece pender de nuestro equipo se ha producido de forma paralela a la construcción del nuevo estadio. Pero no nos equivoquemos, una cosa es nuestro equipo, que estará dónde las circunstancias del momento le permitan y otra cosa es tener en Badajoz instalaciones dignas que además de permitir la práctica deportiva mejoren la imagen de nuestra ciudad, sobre todo de cara a los visitantes, para borrar de una vez por todas las falsas leyendas que algunos se encargaron de propagar miserablemente.

Arturo Regalado Coronado

La Asociación no se hace responsable de las opiniones personales recogidas en este blog.

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