Vallas perennes para la Alcazaba
Diario HOY, 8 de mayo de 2013
La Alcazaba es el enclave de Badajoz que más vecinos y
turistas atrae. El lienzo, sus puertas, sus torres, jardines o las
instalaciones que esconde en su interior son algunos de los tesoros que
ofrece. Sin embargo, los visitantes que se acercan a este recinto
amurallado tienen cada vez más difícil conocer los lugares más
recónditos e interesantes que constituyen o alberga esta construcción
islámica.
Las ermitas del Rosario y la Consolación, los Jardines de
la Galera y la puerta del Alpéndiz son los tres puntos que se encuentran
cercados y aislados por un alambrado. Una serie de verjas impiden el
paso de los viandantes a estas zonas con el objetivo de impedir,
precisamente, que accedan a estos espacios. Los ciudadanos no se pueden
aproximar a ellos y tienen que conformarse con contemplarlos desde lejos
e imaginarse cómo son por dentro.
Según explican desde el Ayuntamiento, se trata de una
medida de seguridad para evitar daños personales en los dos últimos
casos por peligro de derrumbes y en el caso de los santuarios para
proteger también los restos arqueológicos. Lo que el Consistorio no
concreta es hasta cuándo permanecerán valladas estas áreas de interés
turístico, histórico y cultural. Todo apunta a que, mientras siga
existiendo riesgo de desprendimientos, dichos sitios continuarán
clausurados. La amenaza de deterioro del lienzo se extiende y agrava con
el tiempo, debido a la paralización de las obras de recuperación de la
muralla. Así, parece que las vallas estarán en la Alcazaba de manera
indefinida.
Acordonadas casi un año
Las ermitas del Rosario y la Consolación, situadas frente a
la Puerta de Carros, llevan acordonadas casi un año. La cerca se
instaló a principios del mes de julio de 2012, cuando el equipo de
arqueólogos de la empresa Alamut empezó a realizar las catas previas
programadas en estas construcciones para poder realizar el proyecto
básico de restauración, incluido en la segunda fase de la rehabilitación
y consolidación integral de la Alcazaba.
Los sondeos terminaron mes y medio después, pero las vallas
que rodeaban las ermitas no se quitaron. El sistema de enrejado se ha
mantenido hasta el momento para garantizar la conservación de esta zona
arqueológica, ya que durante los trabajos salieron a la luz numerosos
restos y materiales históricos. Pero la verja también sirve para vetar
el acceso a estas instalaciones. La ermita del Rosario mantiene parte de
su estructura en un estado deplorable, lo que debilita su estabilidad.
De hecho, los arqueólogos no pudieron efectuar ningún estudio en el
interior de este inmueble por riesgo de derrumbe.
A mediados del pasado mes de enero la ciudad despertaba con
una mala noticia: parte del lienzo de la Alcazaba próximo a los
aparcamientos de la Biblioteca de Extremadura y la Facultad de
Biblioteconomía se desplomaba. Los trozos del muro caían hacia los
Jardines de la Galera, lo que obligó al Ayuntamiento de Badajoz a tomar
una drástica decisión: cerrarlos de forma temporal.
Desde entonces - hace ya casi cuatro meses- uno de los
jardines más bellos y con más encanto de la capital pacense está
clausurado. La sombra de los derrumbes se mantiene en este enclave. «Es
una pena que después del esfuerzo que se hizo para conseguir que los
jardines quedaran bien, ahora los ciudadanos no puedan disfrutar de
ellos porque están cerrados al público», lamenta Antonio Manzano,
presidente de la asociación Amigos de Badajoz.
El concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo, apuntó
entonces a las plantas y árboles que crecen en la superficie de la
muralla como principal motivo del derrumbamiento. Lo cierto es que este
problema de excesiva vegetación así como otras patologías también las
sufren otras partes de la Alcazaba, entre ellas la Puerta del Alpéndiz.
Precisamente este espacio, uno de los más interesantes del
recinto por su importancia y valor histórico, sufrió hace unas semanas
otro desprendimiento. A principios de abril se cayó un arco de
sustentación ubicado en la zona aledaña a la puerta. Ahora este área se
encuentra vallada. Los usuarios no pueden pasear por el adarve ni
atravesar esta construcción para salir a la ladera, puesto que la puerta
metálica que separa las faldas del cerro de la Muela del interior del
recinto también está cerrada.
Esta situación genera varios inconvenientes. Los vecinos no
pueden aprovechar la Alcazaba en su totalidad mientras que los turistas
no pueden conocer al completo ni adentrarse en el monumento más
emblemático de la ciudad. «Esto produce una mala imagen de Badajoz»,
destaca José Antonio Bueno, portavoz de la Asociación Cívica.
Ambos colectivos urgen que comience cuanto antes las obras
correspondientes a la segunda fase de la rehabilitación y consolidación
de la Alcazaba. «En la zona pendiente de restaurar hay piezas bonitas y
de gran valor. Es una vergüenza que se nos estén cayendo a pedazos y que
las instituciones no hagan nada para evitarlo. Las administraciones dan
la espalda al monumento más importante de Badajoz, incumpliendo la Ley
de Patrimonio que les obliga a conservar y mantener en buen estado
lugares históricos, artísticos y culturales como este recinto árabe»,
indica Manzano.
Con él coincide Bueno, que sugiere que con estos vallados
el Ayuntamiento pretende que el mal estado en el que se halla este
espacio pase desapercibido. «Quiere esconderlo. Además de garantizar la
seguridad de los usuarios, quiere evitar que la gente observe las
condiciones tan deplorables y nefastas que presenta la Alcazaba. Es una
verdadera pena que en lugar de recuperar el patrimonio se limiten a
cercarlo», destaca Bueno.
En este sentido, Manzano recuerda que no muy lejos del
recinto árabe hay otras dos zonas rodeadas con vallas por los mismos
motivos: problemas con los desprendimientos. Manzano se refiere a Puerta
Trinidad y el baluarte que lleva este mismo nombre.
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