Como al
santo cristiano que le da nombre, el baluarte de San Pedro está siendo sometido
a un continuo martirio por parte de las autoridades públicas.
La imagen
interior de este espacio de la muralla abaluartada es cada vez más lamentable.
Aunque el destino actual del baluarte sea el de servir de aparcamiento se
podría dignificar su entorno para que los ciudadanos puedan apreciar su
arquitectura y conocer su historia, así como propiciar que nuestros visitantes
puedan disfrutar de un recurso turístico que, tal como está ahora mismo, solo
provoca repulsión.
La maleza
ha invadido completamente el espacio y los baches representan la mayor parte
del firme del aparcamiento, aunque recientemente han arreglado el socavón que
recibía a todos sus usuarios. Los setos utilizados para delimitar las plazas
del parking cada día están más deteriorados debido al roce continuo con los
vehículos y solo sirven para incrementar la sensación de inseguridad.
Desde su
“restauración” ha sido necesario reinvertir en su supuesto ajardinamiento en
distintas ocasiones, pero dichas intervenciones solo han servido para malgastar
el dinero, pues dado su difícil mantenimiento, en pocas semanas el baluarte
vuelve a mostrar su peor cara.
La
iluminación, o, mejor dicho, la falta de iluminación es otra de las asignaturas
pendientes, pues los dos grandes báculos que están colocados en el centro no
proporcionan una iluminación adecuada ni completa.
La
Asociación considera que el diseño original de este aparcamiento fue incorrecto
y que debería haberse tenido en cuenta la dificultad de su mantenimiento.
Además, no supuso ningún esfuerzo por conseguir un espacio estético que pudiera
favorecer el turismo. Los errores en el proyecto original incluso han provocado
la erosión en el solado de tierra, llegándose a formar cárcavas e inundándose
la galería de fusileros cada vez que llueve más de la cuenta.
La Cívica
propone empedrar todo el espacio, incluidos los taludes para evitar la invasión
de maleza y acabar con los baches, quitando los setos y colocando adoquines de
diferentes colores para señalar las plazas de aparcamiento. En la actualidad
solo está adoquinado el espacio destinado a los autobuses, que por eso es el
único que se mantiene en buen estado y, por lo tanto, tiende a ser utilizado
por usuarios no autorizados que no quieren meter el coche entre los setos y los
baches.
Respecto
a la iluminación, se propone que se coloquen varios proyectores desde las
farolas de la vía rápida y que, en el interior, siguiendo el adarve se coloquen
focos a baja altura, que no impacten visualmente en el monumento pero que
permitan seguir el tránsito a los paseantes.
También
se sugiere eliminar los bancos de piedra colocados en la parte más escondida
del aparcamiento pues en ocasiones se utilizan para el consumo de alcohol por
parte de algunas personas que después dejan tiradas sus sobras entre la maleza.
Fdo.:
Junta Directiva Asociación Cívica “Ciudad de Badajoz”.
