09 abril 2009

El Cascoantigüero: "La Semana Santa de Badajoz"




La Semana Santa de Badajoz

Desde pequeñito es la época del año que más me gusta. Es cuando más y mejor se puede disfrutar de Badajoz, de sus calles del Casco Histórico, de la gastronomía de sus tabernas y mesones, de ese olor a incienso que inunda las estrechas callejuelas del Badajoz intramuros.
Recuerdo hace años, no muchos, cuando eran los únicos días en los que se podía pasear con cierta seguridad ya bien entrada la noche por la calle San Juan, atestada de gente, o subir de madrugada a la Plaza Alta. Hacerlo cualquier otro día del año era cuando menos temerario, situación que por fortuna se va remediando con la apertura de nuevos negocios fundamentalmente de hostelería y sobre todo por la llegada al Barrio Viejo de nuevos moradores.

La Semana Santa de Badajoz va a más, en los últimos años son muchas y constantes las mejoras habidas, desde la recuperación de la tradición de sacar los pasos con costaleros, dejando atrás la época de empujadores y ruedas, hasta la cada vez más nutrida presencia de fieles o simples observadores en el recorrido de los desfiles procesionales. Porque hay que reconocer que, con independencia del trasfondo religioso, la Semana Santa constituye un verdadero fenómeno social, que aúna tradición, cultura, historia y patrimonio como ninguna otra fiesta de Badajoz. Y también es la única semana del año en que nuestros hoteles cuelgan el cartel de completo.

Por todo ello, les invito a que hagan una pequeña reflexión sobre qué podemos hacer por engrandecer nuestra Semana Santa.
A mi, con mis treinta años de experiencia semanasantera badajocense, me vienen a la mente estas propuestas:

1. Reordenación del calendario de desfiles procesionales, volviendo al tradicional. Hasta hace un par de décadas el reparto de procesiones durante la semana estaba más equilibrado, incrementando su presencia conforme avanzaba la semana hasta adquirir su mayor protagonismo los días festivos, precisamente cuando más visitantes llegan a la Ciudad. Actualmente ese protagonismo recae en los días centrales, quedando bastante desangelado el fin de semana provocando una espantada turística a las localidades de nuestro entorno que sí mantienen sus mejores desfiles para esos días.

Para evitarlo, la procesión de Santo Domingo debería volver a desfilar el Viernes Santo, como lo hacía tradicionalmente, y dejar el Miércoles Santo, que ya con el Descendimiento y la procesión del silencio de la Concepción tiene más que suficiente. A su vez, el Santo Entierro que hoy en día desfila el viernes debería volver a salir en la tarde del Sábado Santo, evitando el “desierto procesional” que se da actualmente en la tarde del sábado, algo totalmente incomprensible. Y por supuesto, el Resucitado debe volver a procesionar en la mañana del domingo, que es cuando corresponde, y no a las 12 de la noche del sábado con las calles vacías de público, en gran medida provocado por la ausencia de desfiles la propia tarde del sábado.

Con estos simples cambios, volviendo al calendario tradicional, se lograría una Semana Santa mucho más ordenada, equilibrada y vistosa, con mayor presencia en la calle en los días protagonistas, que es cuando debe ser.

2. Fundación de nuevas cofradías y salidas de nuevas procesiones. En esto vamos bien, tanto con la recuperación de antigua Cofradía de la Vera Cruz que esperemos vea la luz este año y pueda desfilar en 2010, como con la nueva procesión de la Sentencia que la Cofradía del Resucitado ya tiene lista para desfilar el próximo año.

Para completar nuestra Semana Santa, sólo nos faltaría una cofradía de la Santa Cena, que bien podría tener su sede en la Iglesia de San Juan Bautista y desfilar el Lunes Santo.

3. Mención especial merece el recorrido de los desfiles. Este año se mejora mucho, y hay que seguir apostando por las calles estrechas del Casco Histórico, de la Plaza de España hacia arriba, que es donde más lucen nuestros pasos. Calles como San Juan, Bravo Murillo, Arco Agüero, La Sal, Mesones, Encarnación, Soto Mancera... no deben faltar en ningún recorrido.

4. Se deben cuidar más los detalles. Como el de las velas. Hay que desterrar el cirio eléctrico, aunque la mayoría de hermandades ya lo ha hecho, todavía algunas como la de los comerciantes sigue sin volver al tradicional. Se gana en vistosidad. Lo mismo ocurre con algunos pasos, con esas bombillas que hacen eclipsar enormemente su belleza. Por no decir que en la medida de lo posible, y lo es, cada cierto tiempo se deben encender las velas de los pasos que inevitablemente y debido al viento se van apagando durante el desfile.

5. Y luego está el tema de la limpieza. En cualquier pueblo de Extremadura tras la procesión va un par de barrenderos, no digamos en localidades con algo más población como Cáceres o Mérida donde incluso las máquinas baldeadoras limpian las calles tras el paso de la procesión. Hay que entender que en una congregación de miles de personas se ensucia sí o sí, lo que no entra en cabeza humana es que en Ciudad más importante de la Región no vaya el Servicio de Limpieza tras la procesión, y se deje la recogida de lo ensuciado por el gentío para el día siguiente, que lo más normal es que con el viento ya se ha haya esparcido por todo el Casco Antiguo. La imagen que una vez más damos a propios y extraños es desalentadora. Incompresible e inexplicable.

La Asociación no se hace responsable de las opiniones personales recogidas en este blog.

3 comentarios:

  1. Saludos desde Elvas
    www.cidadelvas.blogspot.com

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  2. Ahora que veo los saludos desde Elvas, me surje la duda, ¿hay procesiones ahí?

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  3. Solo decirte que me ha encantado tu columna

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