Es sorprendente la cantidad de elementos inútiles y sin uso que se  han ido colocando en algunas zonas comerciales de Badajoz,  principalmente al amparo de subvenciones para la implantación de centros  comerciales abiertos. Estos artilugios no sólo supusieron un gasto  inútil sino que contribuyen a dañar la imagen de los propios centros comerciales y de toda la ciudad. 
 
Algunos ejemplos son las  pantallas informativas que “luce” la avenida Ricardo Carapeto, que sólo  son útiles para que se peguen carteles sobre ellas o se adornen con  pintadas, ya que todas están “fuera de servicio”. Los maceteros sin  plantas que se encuentran en la misma avenida y que sólo sirven de  improvisadas papeleras son otras de las pocas inversiones que se  mantienen del citado centro comercial. 
 
La calle San Juan,  y en general el Casco Antiguo tampoco se libran de la siembra de  “archiperres” con los que estos centros comerciales pretenden atraer  clientela, dispensadores de bolsas para excrementos perrunos que sólo se  recargaron una vez y que hoy están destrozadas o un entoldado que, pese  a su interesante diseño, su mantenimiento es muy deficiente, con  numerosas piezas sueltas y sólo iluminado en un pequeño tramo,  consiguiendo de esta manera un aspecto de provisionalidad y de desidia. 
 
En  este centro comercial las banderolas que lo promocionan sólo consiguen  una imagen de promoción urbanística en construcción, mientras que el  Ayuntamiento contribuye al desorden manteniendo durante los 365 días del  año los postes de anclaje para la iluminación festiva que apenas es  necesaria un quince o veinte días en Navidad, una semana en Carnavales y  poco más en la feria de San Juan; el resto del año sólo sirven para  impedir la contemplación de la Catedral. 
 
La Asociación  Cívica Ciudad de Badajoz solicita la eliminación de todo este mobiliario  inútil y arruinado para que nuestra Ciudad consiga una imagen más  ordenada y que estas zonas comerciales resulten más atractivas para  todos.
 
  
   
 