Nota de Prensa: LA ASOCIACIÓN CÍVICA ALERTA DEL CONTINUADO DETERIORO DEL CASCO ANTIGUO

La Asociación Cívica Ciudad de Badajoz alerta del continuado deterioro del Casco Antiguo donde cada día se ven más edificios abandonados y un regreso del menudeo de drogas.

Tras unos años de esperanza con grandes avances en la recuperación del Casco Antiguo la Asociación ha constatado un lento pero continuado deterioro en el último lustro que es preciso atajar antes de que la situación vuelva a ser la misma que en los años noventa.

El primer indicador de la situación son las viviendas abandonadas, que se han multiplicado en los últimos años. Durante el boom inmobiliario muchas promotoras se interesaron en el barrio, adquiriendo inmuebles para construir nuevas viviendas o rehabilitar las existentes. La crisis económica impidió esas actuaciones y en la actualidad esos edificios están vacíos, utilizados de “fumaderos”, arruinados o tapiados en el mejor de los casos.

Estas edificaciones se suman a las numerosas viviendas en mal estado que ya existían en el barrio, baste recordar que en 2012 el Ayuntamiento inició una campaña para obligar a los propietarios de viviendas a mantenerlas dignamente, como exige la normativa, llegándose a enviar más de 300 cartas sin que cuatro años después tuviera, aparentemente, consecuencias.

La Asociación Cívica va a solicitar a los responsables municipales que exijan a los propietarios el mantenimiento de las fachadas con el debido decoro, máxime cuando buena parte de los propietarios de inmuebles vacíos son bancos, inmobiliarias e inversores que están esperando la mejoría del mercado para actuar.

Es inconcebible que grandes manzanas en Bravo Murillo, Concepción Arenal, San Lorenzo, Moreno Zancudo y otras calles del Casco Antiguo con propietarios conocidos y solventes económicamente mantengan en estado lamentable sus edificios, máxime cuando la normativa obliga a su mantenimiento en buenas condiciones.

La promoción que se hace de la ciudad queda empañada por el aspecto de abandono que muestran las calles de tránsito de la Alcazaba y plaza Alta hacia el resto de la ciudad, incluso con sensación de inseguridad para muchos de nuestros visitantes.