Noticia publicada en el Diario HOY, 9 de abril de 2013
Se derrumba un arco en la zona de la puerta del Alpéndiz de la Alcazaba
Tania Agúndez
Yacer en el suelo. Parece que ése es el destino de los
monumentos de Badajoz. Un nuevo derrumbe marca, otra vez, la historia
del patrimonio pacense. En esta ocasión, el enclave afectado ha sido la
Alcazaba. Concretamente, se ha desplomado un arco de sustentación
ubicado en la zona de la Puerta del Alpéndiz, ubicada en el área
oriental del recinto amurallado.
Este elemento histórico, que permanece ahora hecho añicos
en el suelo, estaba muy degradado por las grietas, la abundante
vegetación que nacía del propio lienzo y la humedad. Su mal estado, la
falta de conservación y las lluvias caídas durante los últimos meses han
sido los factores que han propiciado el derrumbamiento de esta
estructura. El arqueólogo Fernando Valdés, apunta que la pieza afectada
por el derrumbe es, probablemente, del siglo XIII.
Según afirman usuarios que pasan por la zona de manera
asidua, el arco se vino abajo a principios de la semana pasada. Sin
embargo, todavía hoy siguen transitando muchas personas por este lado de
la fortificación árabe, ya que la Puerta del Alpéndiz comunica con las
laderas de la parte oriental de la Alcazaba.
Es el caso de Ángel Álvarez, un joven que acude a dicho
espacio desde San Roque para pasear a sus mascotas. «Vengo por aquí a
diario y me di cuenta del desprendimiento la semana pasada. Me parece
horrible que la muralla se encuentre en estas condiciones. Deberían
arreglarla por completo. Es un peligro, por aquí pasa mucha gente y
cualquier día se puede caer otra parte del lienzo cuando alguien pase
cerca», indica este vecino de Badajoz.
Además del riesgo y la inseguridad que supone para los
peatones moverse por un enclave que presenta este grado de deterioro,
los colectivos de ciudadanos que defienden el patrimonio de Badajoz
alertan que con estos sucesos se pierde mucha información histórica y
datos de gran importancia arqueológica que son irrecuperables. «Los
monumentos pacenses, debido al abandono y la dejadez que sufren, se
caen a trozos y los ciudadanos vamos perdiendo con ellos parte de
nuestra historia y nuestro pasado. Sólo nos damos cuenta cuando se
producen derrumbes de gran consideración, pero los pequeños desperfectos
se registran con mucha frecuencia. Sólo lo notamos cuando el daño es de
gran calibre. Esta situación es una pena», explica José Manuel Bueno,
presidente de la Asociación Cívica.
Bueno tiene claro que aunque la lluvia ha precipitado este
desplome, la causa principal del problema radica en la falta de
conservación y mantenimiento de los enclaves históricos de la capital
pacense. «Aquello que no se cuida y que no se pone en valor está
condenado a terminar como Puerta Trinidad», agrega Bueno. Teme, además,
que no sea el último derrumbe que sufra la Alcazaba. «De hecho, no lo
dudo. Estoy seguro de que volverá a ocurrir si no se arregla pronto esta
fortificación amurallada», manifiesta.
En este sentido, tanto desde la Asociación Cívica como
desde Amigos de Badajoz, advierten de que la única solución pasar por la
puesta en marcha de la segunda fase de rehabilitación y consolidación
de la Alcazaba. Para ambos colectivos, la prioridad es recuperar la
mitad del cinturón murado que queda por restaurar. «Esperamos que se
retome el proyecto cuanto antes, ya que está paralizado», subraya Bueno.
Es el tercer desprendimiento que afecta a la Alcazaba en
lo que llevamos de año. A mediados del mes de enero se derrumbaba la
parte del lienzo de esta construcción ubicado junto a los aparcamientos
de la Biblioteca de Extremadura y la Facultad de Biblioteconomía, lo que
obligó a aislar los Jardines de la Galera. Todavía hoy continúan
cerrados. A finales del mes pasado también se caían algunos ladrillos de
la parte inferior de la Puerta del Capitel.
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