¡ESTAMOS EN EL BRONX!
Todos los domingos, me gusta levantarme temprano cuando la ciudad, aún tendida, descansa sin ruidos. Pocos ciudadanos todavía por las calles y, en resumidas cuentas, PAZ.
Pero hoy, nada más asomarme al balcón, me da un vuelco el corazón: ¿Estoy en Valdepasillas o en el Bronx?. La calzada de la calle Alonso Núñez está llena de escritos soeces (menos mal que son de tiza y desaparecerán con el tiempo); en los coches y en las aceras, vasos con restos aún de bebidas; en el seto central de la calle Godofredo Ortega y Muñoz, dos bolsas de basura, tiradas a 5 m. del contenedor y abiertas, quizá por los perros hambrientos. Esta noche, ha continuado la fiesta de la discoteca El Doblón, (para nuestro regocijo), hasta altas horas de la madrugada y tal vez sean los discotequeros gamberros los causantes de tales desmanes, pensé.
Mas, aún me quedaba otra "sorpresita" desagradable que vivir esa tranquila mañana; un vecino, madrugador como yo, pasa, me ve y me dice: ¡No veas cómo han puesto de pintadas las plaquetas del portal!.
Mi rabia y mi impotencia se desbordan en estas líneas. ¿Cómo puede haber gente que disfrute ensuciando, destrozando, propiedades públicas y privadas? ¿Qué edil de limpieza, o alcalde, pueden ser considerados responsables de este vandalismo? Un barrio, Valdepasillas, poco a poco se va desintegrando ante la atroz contaminación de todo tipo.
Y del alma me sale un comentario hacia mi vecino: ¡Estamos en el Bronx, amigo, en el Bronx!
Fdo: Gonzalo de Roffignac Suárez.
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Desde luego, la cosa de la marcha nocturna acarrea todo este incivismo.Por desgracia la unica solucion, aparte de un sistema educativo verdaderamente educativo, pasa por mayor control policial y más mano dura.
ResponderEliminarCuando la gente no es educada y no hace nada por serlo, hay que recurrir a la prevención y a la sanción.
Excelente carta.