03 noviembre 2010

Cartas al Director: "Incívicos"


INCÍVICOS

12:25 del mediodía del pasado domingo. Me dispongo a coger mi coche, pero un vehículo estacionado en doble fila me impide salir. Comienzo a pitar, esperando que aparezca el dueñ@. A la vez, mi esposa entra en la tienda de chinos que hay justo enfrente buscando al propietari@ del coche; No hay respuesta. Entra también en el bar cercano y vuelve a salir sola. Han pasado 5 minutos. Decido, entonces, llamar al 092. Me dicen que cuando puedan mandarán una patrulla. Espero durante los 15 minutos siguientes, mientras sigo haciendo sonar el claxon. A los pocos minutos aparece la dueña del coche. Le digo que si ya me da permiso para marcharme y me responde que no me ha oído, a pesar se llevar más de 20 minutos aporreando la bocina de mi coche frente a la puerta de la tienda donde ella se encontraba…, tan tranquila…

La policía aún no ha aparecido (Sr. Alcalde, ya va siendo hora de ampliar la plantilla…). La señora o señorita echa su coche hacia delante obstaculizando el carril de circulación y obligándome a incorporarme al 2º carril de la avenida, carril ocupado por la circulación de los vehículos. Tengo que esperar…más. Al momento, el semáforo se pone en rojo. Tengo que seguir esperando… Se pone el semáforo en verde. La circulación del segundo carril de la avenida me sigue impidiendo ponerme en marcha. Pito a la señora o señorita para que se ponga en marcha, avance y deje de obstaculizar(más aún..). En ese momento, se baja de su coche, indignada ella, y comienza a insultarme, llamándome inútil y subnormal. Evidentemente, me bajo del coche y le digo que hay que tener algo más de educación, de respeto y de civismo para un mejor funcionamiento de la convivencia social. Ella ni escucha, sigue berreando. En ese momento, me viene a la cabeza la imagen de Belén Esteban y el modelo social que comienza a imperar en los sectores más desfavorecidos culturalmente de nuestra sociedad…

Al final, tras más de media hora de espera, la “educada” señora o señorita se pone en marcha y aparca un poco más adelante. La pobre, al final, tendrá que andar menos de 10 metros…

Lo penoso es que casos como este, se repiten a diario, y en gran cantidad, en nuestra ciudad. La solución es bien sencilla…Las multas, terminan por civilizar a los incívicos.

Tome nota, señor concejal de tráfico.

Fdo.: Francisco Javier Gil Expósito.


La Asociación Cívica no se hace responsable de las opiniones personales recogidas en este blog.

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