Efectivamente, creo, sinceramente, que ha llegado la hora de cerrar viejos tópicos, absurdas mentiras que como consecuencia de su reiteración se han convertido en “verdades absolutas” en el pensamiento colectivo de nuestra Ciudad. Creo que ha llegado, por fin, la hora de armarnos de razones y contestar sin ningún tipo de rubor y con firmeza a todos aquellos que proclaman a los cuatro vientos la inexistencia de Patrimonio en Badajoz.
Las razones que podemos esgrimir para demostrar la existencia del mismo son muy variadas, estando éstas a la vista de cualquier ciudadano que quiera dar un simple paseo por la Ciudad y esté interesado, realmente, en las diversas bondades históricas artísticas que nuestra ciudad nos muestra a cada paso. Los argumentos son, sin duda, variados y basta, tan sólo, con ojear cualquiera de las magníficas publicaciones en las que se muestra el inagotable Patrimonio de Badajoz como son “Badajoz mucho que ver” de la asociación Amigos de Badajoz o la famosa guía artística de la ciudad de Badajoz de doña Carmen Araya y Fernando Rubio.
Pues bien, después de haber observando como el Patrimonio Histórico Artístico de la Ciudad está al alcance de todos y que basta con darse un paseo por Badajoz para palparlo y observarlo me asaltan algunas preguntas. Me pregunto porqué algunos de nuestros gobernantes no lo ven o no lo quieren ver. Me pregunto a cuántas ciudades españolas les gustaría contar con un reciento abaluartado del siglo XVII, único en España, como tenemos nosotros. Cuántas ciudades de nuestro entorno “pagarían” por tener una de las Alcazabas más grandes de Europa, con el Casco Antiguo más amplio de Extremadura o con una Catedral tan hermosa como la de Badajoz. Me pregunto a cuántas ciudades les gustaría tener joyas arquitectónicas como la Giralda, las Tres Campanas, ermitas, iglesias y conventos como los de las Carmelitas, Santa Ana o las Descalzas. Me gustaría saber a cuántas ciudades les gustaría contar con la oferta museística inigualable con la que cuenta la ciudad de Badajoz.
Sin embargo, siendo estas preguntas importantes, la pregunta que más me ronda por la cabeza y a la que no le encuentro respuesta es a quién le interesa realmente de nuestro entorno que todas estas maravillas, algunas de ellas abandonadas y olvidadas con alevosía y premeditación, no salgan a la luz y que Badajoz no se convierta jamás en una ciudad turística con un Patrimonio los suficientemente importante como para tener capacidad por sí misma para generar una demanda turística y cultural de primer orden en esta Región.
Por todo esto, y por otras cosas que me silencio por precaución, gritemos todos los badajocenses de bien al unísono: “¡Badajoz sí tiene Patrimonio!
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