El VÁNDALO
Hace un año, mientras tomaba unas copichuelas en el Mercantil, conocí a un extraterrestre venido de una lejana galaxia. Estaba aquí en una especie de proyecto o curso de fin de carrera espacial. Un engendro entre el MIR y una oposición de Magisterio, o eso entendí yo, porque con las copas, tampoco presté mayor atención. Cuando uno está degustando un buen Jameson, resulta un verdadero coñazo escuchar al interesante de turno contarte su vida, por muy alienígena que sea…
Pipe, que así era como se hacía llamar mi colega de las estrellas, me invitó a acompañarle en la elaboración de su proyecto el cual consistía en hacer un estudio de la raza humana. Para ello, Pipe se dedicaba a observar, desde su sofisticada nave espacial, a diferentes especímenes humanos, y tras determinar su patrón de conducta, los abducía para entrar en su cerebro y entender los motivos de su conducta. Yo, por aquel entonces, tenía cierto interés por la aplicación de las teorías de Pávlov a la fauna que habita Internet, con lo que la propuesta me pareció buena idea. Al fin y al cabo, no tenía nada mejor que hacer y podía ser una forma de vivir de lleno un engendro entre “Callejeros”, y alguna cutre-tertulia de Mª Teresa Campos.
Así que nos largamos a su nave y nos dedicamos a analizar y a abducir a todo tipo de individuos. Pijillos de las Vaguadas, makois diversos, algún traficante de Los Colorines y un Comandante del ejercito español que encontramos dando tumbos por “El Arrabal”… por eso de mantener vivo el espíritu de Fox Mulder.
Esa noche nos cogimos el pedo del siglo, y al día siguiente, mientras “disfrutábamos” de la resaca en el sofá de su Enterprise familiar, se encendió un piloto rojo del panel de mandos de la nave de mi colega interestelar. Era el avisador de localización de “sujeto interesante de estudio”. Pudimos ver en la pantalla a un joven, de porte masculino y duro, con una expresión facial forzada, de esas que intentan recrear el modelo de marine americano intocable, forjado a sí mismo. Estuvimos observándolo durante un rato. Vimos como lo recogía en su coche, un amigo cortado por el mismo patrón. Se dirigieron a un bar y estuvieron tomando cerveza durante media horilla. Tiempo en el que sólo cruzaron dos palabras. Ellos mantenían su estampa de tipos duros, con el cuello tieso y la mirada activa, controlando todo lo que se cocía en el bar…; vamos, que en el fondo estaban haciendo lo mismo que nosotros, sólo que Pipe y yo estábamos tirados en el sofá espacial y en lugar de cerveza, estábamos con caldito de pollo, por culpa del bendito resacón…
Al volverse para su casa, observamos como nuestro espécimen se dedicaba a romper papeleras a dejar su firma en las paredes con spray de los chinos y a forzar los retrovisores de los coches que pillara en su camino.
Durante un par de días, no dejamos de observar a CIDC (Coeficiente Intelectual de Dudosa Catalogación), que fue como el ordenador definió al chaval objeto de estudio. Comprobamos su afición a los programas de J.J. Vázquez y la devoción que profesaba por películas como “Difícil de Matar” o “Perseguido hasta el catre por un futbolista cojo”. Pudimos ver también que la mítica estrofa de DEF CON DOS: “el onanismo y la pornografía son fuentes eternas de sabiduría” , constituía el pilar de su filosofía existencial, y que para él la prensa era un muro enorme que retenía el agua…
Con todos estos datos, Pipe se frotaba las manos. –“¡¡Hay de abducirlo ya!!, ¡¡hay que abducirlo yaaaa!!!- repetía una y otra vez. Así que esa noche, mientras CIDC dejaba su firma en otra fachada, lo teletransportamos a la sala de experimentación de la nave del primo de E.T.
Una vez en la nave, Pipe le introdujo a nuestro amigo onanista una especie de aparatito por el pandero. Por lo visto era un sofisticado artilugio de nanotecnología, capaz de conseguir en los individuos en los que se introducía una facilidad pasmosa para expresar sus inquietudes y emociones; Hablando en plata: Un suero de la verdad, un cigarrito aliñado o tres o cuatro docenas de cubatas.
Al cabo de los 5 minutos el nanorobot empezó a hacer efecto y comenzó el interrogatorio.
-“¿Por qué te dedicas a destrozar mobiliario urbano?”- preguntó Pipe.
-“Argggg ehhhh, mobiliario qué..?- dijo CIDC
-“Ufff, papeleras, fachadas, coches….-explicó con paciencia el amigo Spock
-“Argggg, porque me gusta”- contestó CIDC.
-“Y, ¿por qué te gusta?” – insistió Pipe.
-“ Arggg, porque me gusta hacer dañoooo” – respondió el chaval.
-“¿A qué se debe ese gusto tan absurdo?”- siguió preguntando mi amigo extraterrestre.
- “Argggg, pues porque sííí. La gente me da asco, porque son más inteligentes que yo, porque son felices, porque tienen amigos. Esa gente me da muuuucho ascoooo. Los odioooo”- decía CIDC entre lágrimas y un llanto desconsolado.
Pipe y yo nos miramos con una sonrisa de esas que bordean la lástima. Habíamos encontrado la guinda para el proyecto del universitario espacial. Un joven humano, acomplejado por sus limitaciones, poseído por la envidia y limitado por la estrechez de su cerebro. Y todo ello en un contexto de una sociedad moderna, de nuevas tecnologías, de acceso a todo tipo de información y con ello de formación. En definitiva un hombre con características propias de los humanos de la edad media, viviendo en una sociedad desarrollada y tecnológica.
Pipe estaba contentísimo. Tenía que marcharse. Ya había terminado su trabajo en la Tierra. Devolvimos a CIDC a su triste rutina y mi nuevo amigo y yo nos despedimos. Durante este año pasado no supe nada de él. Hace días recibí un “e-milio” suyo. Me contaba que estaba trabajando en una plutonionera. -“Un burdel espacial, pensé yo en cuanto lo leí”-, pero al parecer, es una especie de gasolinera de plutonio.
Por lo visto le habían suspendido el proyecto. Decía el decano de su facultad que era imposible que existiese un ser humano en pleno siglo XXI como CIDC.
Pipe juró y perjuró que era verdad, que tenía testigos, que lo podía demostrar, pero parece ser que no lo creyeron…
¡Qué ignorante el decano espacial!...Mira que no conocer Badajoz…
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Ja, Ja, Ja que bueno
ResponderEliminarEnrique
parabola para reflexionar.......
ResponderEliminarcomo siempre ....buena ironia...
besos....lupe
Como siempre en sus escritos, ironía a lo bestia para describir una triste realidad.
ResponderEliminarmuy bueno