Ecologistas en Acción ha realizado un llamamiento
púbico para plantar árboles en el foso de la muralla abaluartada ignorando que
dicho elemento forma parte de un Bien de Interés Cultural, catalogado como tal
y donde está prohibido intervenir sin la correspondiente autorización.
La plantación de árboles junto a la muralla puede
ocasionar graves daños estructurales con el crecimiento de sus raíces, y
algunos de los que han plantado apenas se separan dos metros de los lienzos de
la muralla. Por otro lado, la Ley de Patrimonio Histórico y Cultural exige que
no se coloquen elementos que puedan perturbar la contemplación del bien, como
sucede si se deja crecer una cortina vegetal.
Desde mediados del siglo XX la mayor parte de
los fosos se han ido ocupando con vegetación, en muchos casos con verdaderas
arboledas de especies ornamentales, sin tener en cuenta que se estaba ocupando
y dañando un monumento histórico. Recuérdese que estas mismas murallas han
valido a Elvas la declaración de Patrimonio de la Humanidad.
Durante décadas hemos ignorado y maltratado este
monumento y todavía muchos ciudadanos lo ven como un simple descampado con
piedras viejas que hay que tapar, bien con vallas publicitarias, bien con
construcciones (como el antiguo colegio de Botoa) o bien con árboles.
Afortunadamente el Ayuntamiento está procediendo
a eliminar gran parte de esta vegetación para poner en valor nuestro principal
monumento y, al mismo tiempo, cumplir con la ley, y ha sido justo en los
lugares que se están recuperando donde unos ciudadanos con buenas intenciones
pero con gran desconocimiento de lo que están haciendo, han decidido plantar
sus árboles.
La Asociación Cívica hace un llamamiento para que los
responsables de la actividad procedan a trasplantar esos arbolitos en un lugar
más adecuado, pues en nuestra ciudad hay innumerables espacios desarbolados
donde estos vegetales harían un gran bien, pues si se mantienen donde están,
tarde o temprano el Ayuntamiento deberá proceder a su eliminación.
Por último, la Asociación Cívica quiere dejar
constancia de su apuesta por una ciudad más ecológica y sostenible, en la que
prime el verde sobre el asfalto y en la que los árboles sean elementos
principales en todas las calles, pero es del todo inadmisible que se elijan
para plantar árboles las piedras de un Bien de Interés Cultural. ¿A alguien se
le habría ocurrido hacerlo en la escena del Teatro Romano de Mérida o entre los
menhires de Stonehenge?
Fdo.: Junta Directiva Asociación Cívica “Ciudad de
Badajoz”.
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