12 septiembre 2017

Pequeñas historias, hallazgos y denuncias (XV), en "Desvelando los secretos de Badajoz con José Antonio Hinchado Alba"

Pequeñas historias, hallazgos y denuncias (XV), en "Desvelando los secretos de Badajoz con José Antonio Hinchado Alba"






XV.1 ¿SILOS O TUMBAS? EN SAN FRANCISCO DE OLIVENZA.

A las afueras de San Francisco de Olivenza, a 15 km de la ciudad de Badajoz, en un cerro, nos encontramos con una antigua construcción en estado de ruina, donde se puede observar que es muy antigua, (foto 1), construida con piedras considerables de granito, sobre todo la estructura más baja, (foto 2), y posiblemente estuviera habitada en épocas posteriores por los enlucidos y encalados que se pueden apreciar, pero lo más importante de este sitio, es que a unos 50 metros cerro arriba, en lo más alto, en una hondonada, rodeado de roca madre, se pueden observar 12 formas circulares, (foto 3), puede que haya alguna más que no he visto, no sé realmente que pueden ser, al principio pensé que eran silos, pero luego me incline por enterramientos de tipo cista, pues el diámetro de los círculos me parece grande para ser silos, pero no descarto alguna otra cosa, esto se debería excavar y ver lo que realmente es, solo apuntar que un hombre de este pueblo encontró allí dos dedales de bronce de época islámica, sin olvidarnos que es una zona rica en arqueología e historia, donde destaco las termas romanas, que aparecieron muy cerca cuando se construyó el pueblo, la basílica visigoda de Valdecebadar, allí cerca también, las numerosas villas romanas de las inmediaciones, y una serie de restos de distintas épocas, todas por las cercanías.

Abajo os dejo unos enlaces muy interesantes relacionados con silos y enterramientos.








XV.2 LOS POZOS DEL MANANTIO.

En la urbanización El Manantio, nombre curioso, pues es zona de secano puro y muy conocida por su escasez de agua, pero en épocas de lluvias mana agua de todos sitios, por sus capas superficiales arenosas e internas arcillososas, posiblemente de ahí provenga el nombre; ubicada a 14 km de Badajoz ciudad y cerca de la carretera de Valverde de Leganés, antiguamente Valverde de Badajoz, se encuentran estos dos pozos artesanales, muy antiguos, desconozco cuando se han construido, además de ser modificados en varias épocas también, uno de ellos por hacer un cortijo al lado de él, se encuentran entre los cruces de dos cordeles o vías pecuarias también muy antiguas, conocidos por los carriles de Las Lanas que viene pasando desde la población de La Albuera dirección Badajoz y El de las Animas, que viene de la mencionada Valverde pasando por la villa romana de La Cocosa, que se encuentra a 1,5 km de aquí, también dirección Badajoz, y que comunican ambos con la Cañada Real de Sancha Brava. Ambos pozos se encuentran cerca, a unos 200 metros, pegados a un regato que solo conduce aguas en épocas de lluvias, quizás sean pozos de acumulación de aguas y no de veneros. Se pueden observar cómo están construidos en piedra, que no hay por la zona ninguna masa rocosa, por lo tanto tienen que haberla acarreado hasta allí, y existen hace muchísimos años, los más mayores de la zona los recuerdan de toda la vida, y antes de que existiera ninguna vivienda por allí, uno parece externamente más antiguo que el otro, y la profundidad del agua también son distintas, se pueden apreciar en ambos los orificios de filtración de las aguas y los abrevaderos para el ganado, en uno solo queda un poco de este, hace pocos años han sido reparados por los propietarios de los terrenos, y uno puesto en funcionamiento para extraer agua, yo los he conocido totalmente abandonados.








XV.3 ¿QUE SERÁ ESTA CONSTRUCCIÓN? EN LA ACTUALIDAD NO EXISTE.


En esta foto en blanco y negro que debe ser de finales de los años sesenta a principios de los setenta, junto al río Guadiana y a escasos metros de la Alcazaba islámica del Cerro de la Muela en Badajoz, teníamos una construcción donde se aprecian algunos detalles que llaman mi curiosidad, se puede ver una pequeña construcción que parece tiene una pequeña cúpula por arriba, pero situada en una rampa hacia el río, con muro y una forma rectangular en el arranque de este, de factura antigua y deteriorada, luego por detrás se aprecia un muro más largo que podría ser la cerca vieja de la ciudad o algo relacionado con esta, atrás se aprecia la cortina de muralla abaluartada que también podría relacionarse con ella, no confundir con el muro de la carretera de circunvalación, pero lo que más me llama la atención son los muros que se ven dentro del agua, habrá que revisar planos antiguos para esclarecer algo este tema, pero me temo que no voy conseguir esclarecerlo aun así, volviendo a la construcción de la cúpula, varios pensamos que podría ser una fuente de agua, por filtraciones del río, pero no descarto otra cosa, como un antiguo molino, noria, etc. La verdad, es que es todo un misterio, y otra prueba más a sumar en la desidia histórica de esta ciudad, y lo extraño es que no les haya salido nada en la novísima construcción del colector, pero ya sabemos el descontrol que hay allí de toda índole.
Agradecimientos a Agustín Holguera Murillo.










XV.4 PACENSIS COLONIA.


Estas líneas se las quiero dedicar al actual alcalde y a todos aquellos que tienen la costumbre de llamar a los pacenses, badajocenses, palabra que resulta dolorosa al oído sensible, perdonad que omita el nombre del alcalde, pero como pasaba mucho en la antigüedad no quiero dejar constancia alguna dejando este nombre escrito, pues no ha merecido este puesto por la mala gestión realizada en esta maltratada ciudad por presuntos casos de muchas índoles y en concreto por ser responsable con malas actuaciones relacionadas con el tema histórico patrimonial por permitirse ciertos atropellos y abandono de monumentos, poniendo en tela de juicio el rigor histórico y de rehabilitación, nefasta en opinión de muchos en la que me incluyo; en distintas épocas se borraban los nombres de los repudiados sociales por cometer actos supuestamente deshonrosos. No voy a entrar en datos históricos de antaño cuando a nuestra ciudad se la llamó Pax Augusta y luego reconocida como convento religioso también pacensis, una tradición que viene de antaño y sólo por eso debe ser respetada, de ahí lo de pacenses, no voy a entrar en detalles que son muchísimos pues no quiero aburriros, ni tampoco, si se ha aceptado por parte de algún académico el término badajocense; me voy a limitar al fresco que está en el ayuntamiento en el salón de plenos, matemáticamente enfrente de donde se sienta el alcalde y donde dice bien claro; PACENSIS COLONIA ANNO MDCCCLVI en números romanos, año 1856, que sería cuando se pintaron estos frescos. Un poquito de respeto a la tradición, no cuesta mucho esfuerzo.





XV.5 OPPIDUM ROMANO.


No hace mucho tiempo que publiqué un pequeño artículo sobre una presa romana embutida entre dos cerros, en el término municipal de Badajoz en dirección Olivenza, y a unos 14 km de la ciudad, (abajo os dejo enlace), y quedé pendiente contaros de lo que para mí es un pequeño oppidum, o sea un fuerte, pero no descarto el que pudiera ser una villa fortificada.
Encima de uno de estos dos cerros que flanquean la presa romana, se puede apreciar todavía restos de muros y cimentaciones con su cemento y piedra (opus caementicium), y se puede ver que lo que allí existió, tuvo tres o cuatro niveles constructivos en altura, observándose en una misma esquina formas circulares en dos niveles distintos, eso me ha llevado a pensar que fueran torres de defensa, aunque en las fotos que pongo no se distingue bien. Por la zona se ven numerosos trozos de cerámica, como son ladrillos, tinajas, y tégulas, y algo de cerámica fina, pero menos abundante.
Recordemos que esta construcción y presa se encuentra a unos 200 metros de la Ribera de Olivenza, y es quebrarse de mucho pensar que hacia ahí ubicado dicho fuerte, pues no tenía mucho sentido, al principio pensé que era por la dicha presa, pero luego a los pocos días, tuve un golpe de suerte, por mí era sabido la manía que tenían los romanos de fortificar los vados de los ríos, y ojeando un mapa de 1658 en época del Rey de España Felipe IV, di con la tecla, este mapa donde viene su autor y titulado: "Corographía y descripción del territorio de la Plaza de Badajoz y fronteras del Reino de Portugal confinantes a ella". "Sacadas nuevamente a la luz por Bernavé de Gaynza Allafor, oficial de la secretaría de Guerra de Mar por Su Magestad y Apossentador de su cassa y corte".
En dicho plano viene resaltado con unos puntos rojos de lo que serían los vados en el mismo lugar donde estaría dicho fuerte, incluso se ve la depresión y la charca de dicha presa, existe un texto donde si nos fijamos en el punto numero 15 dice: "Tres vados en la Rivera de Olivenza que se passan dexando de llover dos horas en Ivierno". Estaba la cosa bastante clara. Hoy día existe un cortijo en las inmediaciones y cerca de él se puede visualizar los restos de una muy antigua cerca de piedra desmantelada, no sé si guardará relación con esta construcción romana, sigo insistiendo que la zona está llena de villas romanas y pienso que pueda ser de época republicana, más adelante publicaré datos sobre estas villas junto otro oppidum romano y unas formas circulares que hay por la zona, posiblemente protohistóricas, os pongo fotos de todo.
Con mis amigos Francisco Bellino y José Miguel Morcillo.

https://www.facebook.com/groups/1608644102736159/permalink/1719499258317309/









XV.6 OTRO ATENTADO CONTRA LA HISTORIA DE BADAJOZ. MARCO ROMANO DESAPARECIDO.


Mi buen amigo Juan José Benítez Becerra me comenta que tiene unas fotos hechas el día 8 de Septiembre del 2011, sacadas un día paseando con unos amigos, cuando se estaban haciendo unas obras de rehabilitación de un tramo de la Alcazaba islámica de Badajoz, les llamó la atención dos piedras labradas de mármol blanco, una de ellas de una dimensión considerable y partida, donde se podía apreciar esculpido, un marco con distintos biseles, enseguida hicieron fotos de las mismas y colocaron un teléfono para así demostrar el tamaño de dicha piedra.
Después de poner a mi disposición dichas fotografías, cosa que agradezco enormemente, me puse en contacto con un arqueólogo que inmediatamente me comento que esa pieza era romana, justamente igual que había pensado un servidor, y luego con el doctor en arqueología, profesor de la UAM Fernando Valdés Fernández, que ha realizado numerosos trabajos de arqueología en dicha Alcazaba, me comentó que jamás había visto esas piezas, a los pocos días me he dirigido al Museo Arqueológico Provincial, y han revisado en el deposito por si se había entregado esa pieza, Andrés Silva Cordero también arqueólogo, me comenta que allí no están, por lo tanto están desaparecidas.
Ese marco labrado, albergaría una placa de cobre, bronce, plomo o quizás otra piedra de mármol, ambas con alguna inscripción, todavía se puede ver en una esquina las grapas con que se solían sujetar, en las fotos pongo varias placas para haceros una idea de lo que allí pudo haber, en una de ellas se ven los agujeros de donde iban colocadas las grapas, no se descarta tampoco fuera el marco de un relieve, se descarta sea el marco de una lápida, por el grosor, dimensión y falta de epigrafía. Pongo en las fotos varios ejemplos de marcos y uno también carente de epigrafía, como del que aquí nos referimos, para que os hagáis una idea.
En el hipotético caso de que esa pieza sea originaria de Badajoz cosa que personalmente no dudo, denotaría que pertenece a alguna edificación pública o privada con carácter al público, lo que rompería muchas teorías de la confusa historia de esta ciudad, donde algunos sólo quieren reconocer que solo existieron villas dedicadas a la agricultura y ganadería, aunque las muchas pruebas cada día desbancan más esa teoría, yo me fío más de las fuentes primarias, que de estos historiadores de regional preferente, pero siempre extraviamos las pruebas para esclarecer estas dudas, parece que hay personas interesadas en que nunca se sepa la verdad sobre esta ciudad.
Como recordatorio, en esa puerta que se ve en las fotos, varias personas hemos visualizado en una de las habitaciones de su interior, un trozo de fuste de mármol gris con un diámetro considerable, esperemos que no haya desaparecido también, aunque bastante menos relevante que dicho marco.
José Antonio Hinchado Alba.









XV.7 FRAGMENTO DE LAPIDA TARDORROMANA EN EL ANTIGUO FERIAL DE BADAJOZ.


En el año 2003 la extinta Sociedad Arqueológica de Extremadura, publicó a través de su presidente, en su revista, la noticia que habían visualizado un fragmento de lapida, para mi opinión parece otra cosa, pero no puedo afirmar nada pues la foto que se dispone es de muy mala calidad y es un fragmento, estaba tirada en el antiguo recinto ferial, por donde ponen el Mercadillo los martes, en el talud del Puente Real, hoy en paradero desconocido, reescribo literalmente lo que se publicó al respecto.

El fragmento que se describe forma parte de otro de superior tamaño no localizado. El material en que estaba efectuado era de mármol blanco. Se localizó a ras de suelo por Don Cristóbal Berjano. No se debe corresponder su ubicación con la suya original al estar en terreno allanado mediante rellenos y nivelaciones. El aporte de tierras para el relleno parece ser provinieron de desmontes efectuados en el interior de la Alcazaba, por lo que posiblemente en esta zona donde hemos visto este fragmento pudiera haber más restos de interés arqueológico. Configura su dibujo una serie de líneas curvas entrecruzadas, se adivina con posterioridad a su hallazgo que su forma es trapezoidal con un perímetro de 35×40×24×50 cm, y su grosor podría oscilar entre los 7 u 8 cm. (Se tomaron medidas muy aproximadas de la losa, a partir del hueco que quedo perfectamente delimitado en la tierra una vez expoliada la pieza).
La porción de la losa fotografiada, ha estado expuesta a la intemperie, presentando desgaste por roce. Controlada su permanencia en el lugar citado se le reconoce la ubicación el día 10 de febrero de 1998 dando cuenta de su expolio, el 19 de febrero de 1998.




XV.8 REHABILITACIÓN FACHADA DE LA CASA DE LA PLAZA DE SAN JOSÉ EN BADAJOZ.


La rehabilitación de esta casa propiedad del Ayuntamiento, casa que todavía está a la espera de rehabilitación y donde denuncié en prensa se habían derrumbado unos arcos en su interior, abajo podéis ver los enlaces; pero la fachada ha sido rehabilitada, esto produce una antítesis en mí, por un lado me alegro se haya puesto en valor, pues estaba en un estado en el que corría un gran peligro de derrumbe, y donde algunas cosas se han realizado perfectamente, como ha sido el descubrir una columna de mármol blanco posiblemente romana, con un basamento utilizado como capitel de mármol color ocre, y otra pieza sacada de una lápida romana de mármol gris utilizado como cimacio, que hablaré de ello en otra publicación, y también me gusta la recreación que se ha hecho de falso ladrillo de la puerta, y artesonado de madera, imitando lo antiguo; pero me disgusta mucho, en otro sentido cosas que se han realizado faltando al rigor histórico de la casa, como no ha sido descubrir más columnas embutidas en los pilares que está demostrado existen, no haber buscado las ventanas originales en piedra o ladrillo y supuestamente con arcos encima, el enlucido de un arco del soportal que se sabe perfectamente era de ladrillo como el otro de al lado que se ha puesto en valor, y el no resaltar un arco de descarga, de un muro en el lateral del soportal, donde también se ha enlucido.
Después del curioso dinero que ha costado todo esto más de 90.000 €, no se hagan las cosas como esta demandado, volviendo a caer otra vez en los errores de siempre, donde se realizan rehabilitaciones del patrimonio histórico, que son una auténtica pena.
José Antonio Hinchado Alba.










XV.9 BADAJOZ ROMANO: UNA ASIGNATURA PENDIENTE.

He escogido este título, porque es el mismo que eligió la Arqueóloga, Yolanda Picado Pérez en un informe publicado en la revista de la extinta Sociedad Arqueológica de Extremadura en el año 2003, sobre las excavaciones llevadas por la misma, en dos solares que nombraron como Montesinos, a raíz de construir unos aparcamientos subterráneos y una residencia de estudiantes, donde aparecieron restos de distintas épocas y donde apareció una necrópolis romana, dividida en una de incineración con 21 tumbas (22 cadáveres), y otra de inhumación con 7 tumbas, dejando constancia que la necrópolis es bastante más amplia de lo aparecido, donde transcribo literalmente parte de su informe, y en el que coincido totalmente con ella, en lo referente a las pruebas aparecidas y al sentido de la lógica unido a las fuentes primarias de los textos antiguos, muy escasos en este tema. Lo acompaño de unas fotografías de mi buen amigo Juan José Benítez Becerra, de cuando se hizo esta excavación.

INTRODUCCIÓN.

La construcción del aparcamiento subterráneo de Santa María, en la intersección de las calles Soto Mancera y Montesinos, fue la excusa de la primera intervención arqueológica de extensión del casco antiguo de Badajoz. El lugar es un sector privilegiado, de elevado interés histórico, en plena urbanización medieval y en la ladera del Cerro de la Muela, ocupado desde el Calcolítico.
El seguimiento arqueológico se inició a finales de septiembre de 1999. Las obras de construcción del aparcamiento habían comenzado a inicio de ese mismo mes: la totalidad de los edificios existentes en el solar habían sido ya demolidos y se habían iniciado los trabajos de desescombro y primeros rebajes del terreno. De hecho, a nuestra llegada, el solar n° 1 se hallaba prácticamente arrasado. Aun así, la información que de él ha podido extraerse es fundamental para el conocimiento de las etapas preislámicas (romana y protohistórica) de Badajoz. En el solar n° 2, la primera fase de las obras afectó prácticamente sólo a los edificios de época contemporánea. Los primeros restos documentados aquí fueron parte de los cimientos de dichas construcciones y de la red de saneamiento relacionada con éstas. La secuencia estratigráfica conservada es, por tanto, muy amplia; toda una sucesión de actos constructivos y destructivos que nos hablan de la evolución de la ciudad desde época protohistórica hasta la actualidad.
En este trabajo presentamos una parte de dicha secuencia, la referente a los precedentes romanos de Badajoz.


ESTADO DE LA CUESTIÓN.

La privilegiada situación geográfica de lo que hoy día es Badajoz motivó que ya desde el Calcolítico diversos grupos de gentes se asentaran en el Cerro de la Muela (J.J.E.N. 2001). Motivos de tipo estratégico y económico: Badajoz domina y controla un paisaje favorecido por unas extraordinarias condiciones climáticas y edafológicas que se traducen en unos terrenos muy aptos para la explotación agropecuaria. A ello hay que unir su alto potencial estratégico: las características naturales del cerro, tan excepcionales para su defensa y su condición de punto de fácil vadeo del Guadiana.
El inicio de presencia romana se documenta en Badajoz en la Fase V del Sector de Puerta de Carros 2 (J.J.E.N.1998), con niveles de destrucción que muestran un fin violento para la etapa precedente (Fase IV B Hierro II Pleno). Aunque el poblado se reconstruye y persiste bajo dominación romana, su rastro se pierde a mediados o fines del s.I d.C. Parece ser que el cerro se abandona y la población se traslada al llano.
A partir del s.I d. C. empiezan a proliferar asentamientos en la cuenca media del Guadiana en torno a las numerosas vías de comunicación que vertebran la zona. Serán núcleos especialmente dedicados a la explotación agropecuaria que también se documentaran en los alrededores de Badajoz. (L.A.R.M.1983).
Tanto en el interior del recinto de la Alcazaba como en el casco antiguo de la ciudad, han sido frecuentes los hallazgos de vestigios materiales de adscripción romana y visigoda (elementos de tipo funerario y constructivo), pero ninguna prueba contundente que permitiera pensar que el poblamiento en el cerro continuara más allá de fines del s.I d.C.


EL CONJUNTO FUNERARIO DE MONTESINOS.

La gran aportación de Montesinos a la Historia Antigua de Badajoz, ha sido la localización de dos conjuntos funerarios, uno de incineración y otro de inhumación, que evidencian en la ladera del Cerro de la Muela, un espacio funerario de espacio continuado desde época alto imperial a un momento posterior difícil de precisar.
Necrópolis de incineración.

Se localizaron, repartidas por toda la ladera, una veintena de tumbas que siguen la pauta de un mismo ritual funerario. Son fosas excavadas en roca de planta y sección rectangular cuyo eje mayor se orienta casi siempre en dirección Norte-Sur. Dentro de cada una de ellas se depositan las restos de la cremación y, sobre éstos, el ajuar.
El grado de conservación de las tumbas es muy variado, aunque la mayoría se hallan afectadas por construcciones posteriores y ninguna conserva su profundidad original...

Cremación del cadáver en el ustrinum.

El tipo de restos documentados y su disposición en la fosas, las reducidas dimensiones de éstas y el hecho de que ninguna presente elementos de rubefacción, indican que las cremaciones se hicieron en lugar diferente a la sepultura definitiva. Quizás uno de esos ustrina se identifique con lo escasamente conservado de una estructura de planta aparentemente rectangular excavada en la roca (estructura n° 4) con evidentes signos de haber estado en contacto con elementos que habrían sufrido un largo proceso de combustión...

Conclusiones.

La necrópolis de incineración de Montesinos muestra sólo una pequeña parte del potencial humano que debió relacionarse con ella: 21 tumbas que no son todas las que fueron sino las que se han logrado llegar hasta nosotros tras una vertiginosa actividad constructora y destructora que culminó con la construcción del aparcamiento. La representatividad de la muestra es, por tanto, mínima...
Necrópolis de inhumación.

Las tumbas de inhumación de Montesinos se localizan exclusivamente en el solar n° 2, en su extremo sur. Comparten, por tanto, espacio con la necrópolis de incineración. Uno de los enterramientos el que hemos incluido en el grupo 2, afectará incluso a dos de esas tumbas más antiguas...


CONCLUSIONES.

Las sucesivas campañas arqueológicas llevadas a cabo durante los últimos 30 años en el Cerro de la Muela, no han hecho más que confirmar, una tras otra, un aparente vacío poblacional que discurre entre finales del s.I d.C. o inicios del II d.C. momentos en que se documenta efectivos romanos al lugar, y la fundación del lugar por Ibn Marwan en 874/5. No obstante, si atendemos a las fuentes escritas (M.A.P.A 1992), el lugar que el rebelde emeritense ocupó no estaba deshabitado, de hecho ese lugar tenía ya un nombre, Batalyos y, hacia el 855, era citado como una pequeña alquería o aldea que por entonces se hallaba deshabitada. De este núcleo precedente se ignora su origen y entidad y la arqueología no ha conseguido probar su existencia. Por lo que se refiere al Cerro de la Muela, las evidencias materiales indican que los restos islámicos más antiguos se asientan sobre un antiguo poblado de la Edad del Hierro. (F.V.F. 2001).
Los continuos hallazgos de material arqueológico de cronología romana y sobre todo visigoda producidos tanto en el interior del recinto fortificado como en el casco antiguo de Badajoz son interpretados como "indicios de romanización" unos, (F.V.F. 2001) siempre en relación con los últimos momentos de vida del poblamiento indígena o, unos y otros, como restos transportados desde otros lugares (de Mérida o de los asentamientos de la vega inmediata) para ser reutilizados en las construcciones islámicas.
El núcleo poblacional que se relacionó con cada una de las rumbas localizadas en Montesinos, en la ladera del Cerro de la Muela y a pocos metros de la cerca almohade, podría identificarse con aquel que citan las fuentes, aquel que Marwan fortificó y del que procederían la mayoría de los hallazgos descontextualizados a los que antes nos referíamos.
Sí es lógico pensar que, una vez dominado y controlado el poblado de la Edad del Hierro por el contingente romano establecido allí, la permanencia en el cerro perdiera su razón de ser, como consecuencia de una nueva estrategia de poblamiento y de explotación del territorio. Es probable, por ello, que la mayor parte de la población fuera trasladándose a las tierras del entorno. Ello no quiere decir que el cerro debiera despoblarse por completo y, quizás, fueron las razones que facilitaron la continuidad, aun no demostrada de ese hábitat.
Por supuesto, no podemos probar que la necrópolis de Montesinos se halle relacionada con Batalyos ya que, arqueológicamente, no hay a día de hoy en el cerro una sola prueba que evidencie su existencia.
Puede también argumentarse, aunque no nos parece lógico, que los enterramientos y cremaciones documentados deben relacionarse más bien con los abundantes asentamientos de la vega inmediata.
El hecho es que tenemos pruebas de la existencia de un espacio funerario muy cercano al lugar que debió ocupar un supuesto núcleo preislámico aun no localizado, citado en fuentes como Batalyos y que se complementan con un buen número de hallazgos, materiales, constructivos y funerarios, aunque fuera de contexto (algunos hallados en la mismas excavaciones arqueológicas realizadas en la Alcazaba).
Estos conjuntos funerarios se extienden por toda la ladera excavada; los más modernos, más alejados del cerro. Las incineraciones se sitúan sin problemas entre mediados del s.I d.C. y mediados o finales del s.II d.C. La datación de las inhumaciones es por el momento arriesgada ya que, a la fragmentaria conservación de los restos se le une la escasez de materiales arqueológicos asociados y la amplia cronología establecida por los mismos.
En definitiva, hasta que no se realice una adecuada intervención de extensión que, por supuesto, agote todos los niveles de ocupación humana, no podemos hablar ni a favor ni en contra de ninguno de los argumentos expuestos.







XV.10 RESTOS ANTIGUOS DEL PUENTE DE PALMAS BAJO LAS AGUAS Y LO QUE PARECE UN TEJADO DE UNA CONSTRUCCIÓN.


En el pasado mes de enero del 2017, al estar el río Guadiana a su paso por Badajoz, con un caudal muy pobre, he podido visualizar varios trozos de muro, sillares de varios tipos y tamaños, algunos enormes, y también otros muy erosionados no sé si por la fuerza del agua o por proceder de alguna antigua edificación, posiblemente romana ya que es lo más típico y común, enormes trozos de tapiales de cemento y piedra, que se confunden con roca madre, pero que no lo son, y también se veía, arranques constructivos del dicho puente, a niveles muy bajos, no sé si técnicamente se pueden incluir en el apartado de cimentación, quizás un ingeniero especializado en estos temas nos sacase de dudas, pero lo más curioso que se ve, es lo que parece un tejado a doble vertiente de una construcción realizada en piedra, que no sé qué podrá ser, debe tener una puerta o ventanas sumergidas dentro del agua.
Lo más probable es que sean restos del puente arrasados en anteriores riadas, pero no descartamos pudieran ser restos de un puente más antiguo que lo conocido hasta hoy, pues en historia y arqueología se barajan siempre muchas posibilidades, sobre todo cuando algo no se ha estudiado con detalle; vuelvo a recordar la oportunidad perdida de haber estudiado la cimentación del puente con la construcción nueva del famoso colector, pero se vuelve a demostrar que en esta ciudad se investiga poco, y cuando se hace en numerables ocasiones se hace mal.
Fernando Marcos Álvarez nos ha dejado innumerables documentos de reparaciones hechas en el puente desde el año 1594 hasta el año 1700.
Aquí os pongo algunos detalles puestos por nuestro cronista Alberto González Rodríguez.
Numerosas crecidas del Guadiana acontecidas a lo largo del tiempo con la extraordinaria magnitud que resulta característica en este río, ocasionaron desperfectos en la obra originaria de 1460 (no está claro sea de ese año, según nuevos estudios se empezaría a construir entre 1325 y 1350, terminándolo definitivamente en 1526), que exigieron las correspondientes reparaciones, con lo que la estructura de la fábrica primitiva fue experimentando sucesivas transformaciones. Los desbordamientos más espectaculares consignados por los testimonios documentales y crónicas contemporáneas, entre el siglo XVI y finales del XIX fueron las siguientes:
Enero de 1545, diciembre de 1603, marzo de 1708, diciembre de 1736, febrero de 1740, enero 1758, diciembre 1766, enero 1796, marzo 1814, febrero 1823, enero 1859, febrero 1869 y diciembre de 1876, además de otras muchas, aunque no de la misma magnitud. Según estimaciones publicadas el siglo pasado (XIX), el aumento del nivel de las aguas con ocasión de tales crecidas, osciló entre los 9'5 metros de 1823, y los casi 15 de 1603.














XV.11 PUENTE DE PALMAS DEL SIGLO XIV.


Ayer hubo una conferencia en el salón de actos de la Económica, muy interesante donde Luis Alfonso Limpo cronista de Olivenza, demostró con documentos que el Puente de Palmas, se empezó a construir entre 1325 y 1350 en época de Alfonso XI de Castilla, pero realmente se terminó en 1526, descartaron las fechas hoy barajadas de su construcción y su polémica de 1460 y 1511 que eran los años de su supuesta construcción, de todas maneras sigue faltando documentación, pues parecen demasiados años para construirlo, casi doscientos años para construir un puente me parece una exageración, deben seguir existiendo muchas lagunas históricas sobre este puente.









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