12 junio 2017

Pequeñas historias, hallazgos y denuncias (XIII), en "Desvelando los secretos de Badajoz con José Antonio Hinchado Alba"

Pequeñas historias, hallazgos y denuncias (XIII), en "Desvelando los secretos de Badajoz con José Antonio Hinchado Alba"









XIII.1 MOLINO DE MALPICA.
Este molino se encuentra a orillas del río Guadiana, en un paraje de extraordinaria belleza, en el término municipal de Badajoz y a unos 16 kms de la ciudad, es del tipo hidráulico, en la orilla opuesta, es decir en Portugal se visualizan otros cuatro más, teniendo uno justamente enfrente. Es el mejor conservado de todos los que hay en el término de Badajoz, en la parte de fuera hay dos piedras que fueron relojes de sol, realmente no se sabe de qué época es, pudiendo ser su construcción más antigua a su uso como molino a posteriori. Abajo os dejo una serie de fotos con detalles y un dibujo reconstrucción de cómo serían estos molinos. José Antonio Torrado González nos detalla este molino de Malpica:
Está situado en la margen izquierda del río en el paraje conocido por Malpica española.
Es de planta rectangular, con unas dimensiones de 7,25 × 4 metros.
Se accede por un carril empedrado que a su vez sirve de azud fondos puentes: uno adintelado de pizarra con un sistema de compuerta que servía de aliviadero y el otro con arco de medio punto de ladrillo.
Puertas con jambas y dintel de ladrillo; tenía tres piedras de diferentes diámetros. Su aljarfe es alto. El acceso al cárcavo y la regulación de entrada de agua se hacía desde el interior.
Su solería es de pizarra. Tiene poyo corrido que engloba las tres compuertas. Tiene cinco pequeñas ventanas y una más grande frente a la puerta por donde se accedía al azud. Tiene tres arcos de descarga en el muro posterior y uno en el muro de la puerta.
La bóveda es de cañón corrido de ladrillo dispuestos en sardinel, con ocho respiraderos. Tiene tajamares y espaldón. La cubierta es a dos aguas, enfoscada de argamasa.
La vivienda del molinero está en ruinas.
HISTORIA DE LOS MOLINOS HIDRÁULICOS:
Agua pasada no mueve molino, dice el refrán. Los molineros no tuvieron nunca buena fama. 'Dios da la harina y el diablo la maquila'; 'De molinero mudarás, pero de robado no escaparás'. Los molinos de agua son hoy un patrimonio perdido en Badajoz. Hoy apenas quedan algunos retazos de los que fueron censados en el catastro del Marqués de la Ensenada en 1752, gran parte de los cuales estaban destinados a moler cereal, constituyendo un patrimonio singularísimo en la economía de una sociedad rural y agraria como la extremeña del siglo XVIII.
El deterioro y la desaparición de los molinos de agua en el término de Badajoz ha sido progresivo y paulatino durante el siglo XIX y prácticamente generalizado desde mediados del siglo pasado. Pascual Madoz contabilizó varios por la zona del Guadiana.
El aprovechamiento de la fuerza de las aguas en Extremadura viene de siglos. Y, aunque no hay fechas precisas sobre el invento, casi todos las sitúan a finales del imperio romano.
Los primeros datos de que disponemos, relacionados con los molinos hidráulicos, se remontan al siglo I. Vitrubio nos describe perfectamente en sus obras, el funcionamiento del molino de rueda vertical, que ya existía en Persia y en las riberas del Mediterráneo Oriental, antes de la Era Cristiana (siglo V a.C.). Desde el siglo V al siglo VIII, existen muchas referencias sobre molinos hidráulicos en Castilla y León.
Durante la Edad Media se extienden de manera general por toda la Península Ibérica y sobre todo por la cuenca del Duero, molinos comarcales, señoriales, de abolengo, realengo... según fueran sus dueños. Al final de este periodo, comenzó a existir algún que otro molino "bastardo"(más o menos libre).
En la época medieval, los campesinos estaban obligados a acudir al molino del señor y a pagar una determinada cantidad de grano o harina. Con el paso de los tiempos, el molino pasa a ser propiedad de órdenes religioso-militares, abadías, señoríos laicos y cabildos o monasterios, que ejercían el monopolio del transporte del grano y de la harina. Pero la época dorada de este invento tuvo lugar durante los siglos XVI y XVII, de tal forma que, en aquellas fechas había en la Península Ibérica unos seis mil molinos harineros y otros trescientos artefactos hidráulicos, entre ellos los "batanes", siendo León, la provincia con mayor número de ellos.

A partir de aquí se inicia una decadencia, aunque se mejorará su técnica de funcionamiento, sobre todo en las piedras de moler; reduciéndose su tamaño al comenzar a fabricarse con sílex, y más adelante, utilizando las llamadas "piedras francesas"( más duras que las nacionales ), progresando en la limpieza y cernido de la harina.
A partir del año 1750, sube el precio del trigo, entre otros acontecimientos, y hace que, poco a poco, algunos molinos harineros vayan desapareciendo o convirtiéndose en "molinos de cebo" para piensos; otros en fábricas de harina y los menos, quedan como fábrica de producción de energía eléctrica.
La mayoría de los molinos eran utilizados como vivienda temporal y, por lo tanto, disponían de algunas dependencias más, para uso del molinero y de las caballerías que utilizaban para transportar grano y harina. Otros contaban además con gallinero y palomar. La mayoría de ellos utilizaban directamente el agua del río o de los arroyos como fuente de energía. Para aprovechar la energía del río o del arroyo, se construye una pequeña presa que corta el cauce, formando una gran masa de agua llamada "pesquera". Desde aquí, el agua pasa hasta el molino a través de un canal, llamado también "cacera" o "chorro", formado por gruesos muros de piedra o incluso excavado sobre el propio terreno.
Cuando el agua llega al molino pasa, a través de una o varias aberturas hechas en el muro, a un depósito o cubo o bien desciende por un "bocín" o "saetín", hasta golpear el "rodezno" (rueda hidráulica horizontal) que en algunos casos era de "regolfo" (innovación española para aprovechar mejor la corriente), situada debajo del piso del edificio y que hacía girar, a una gran piedra o muela ("piedra volandera") que gira sobre otra piedra llamada "molandera".
En la "tolva" se echa el grano que se va a moler. La cantidad de trigo tiene que estar dosificada, ya que si se echa mucha puede salir sin moler o parar la maquinaria, y si se echa poca, gastar excesivamente las "muelas". Así pues se necesita de un regulador de grano. Los molinos de agua poseen de un ingenioso sistema de dosificación del grano y que recibe el nombre de "triqui-traque". Este sistema utiliza el movimiento del eje mediante una rueda dentada, produciendo un ruido que es la causa de su onomatopéyico nombre; éste se regula subiéndolo o bajándolo.
En el caso de los molinos hidráulicos de volandera horizontal, la calidad (grosor) de la harina se regulaba mediante un tornillo sin fin que levantaba o bajaba el eje de la rueda superior para aumentar o disminuir el rozamiento con la rueda inferior.
Según lo que se fuese a moler en la región donde se instalaba el molino, se tallaban las piedras con un dibujo diferente. Así, existe un tallado determinado y diferente para moler trigo y cebada, o maíz, o centeno.
Agradecimientos a mi amigo Vito Galán que me explicó cómo llegar, aunque me atasque dos veces en dos enormes charcos con la moto de enduro fue apasionante por su dificultosa llegada; toda una aventura.
José Antonio Hinchado Alba.









XIII.2 PUESTO DE CARABINEROS.
En el término municipal de Badajoz a unos 15 km de la ciudad, tenemos este puesto o cuartel de Carabineros, posteriormente Guardia Civil, está en un vértice entre las fincas de Malpica, Albalá y Los Frailes, en el mismo cordel que viene desde la carretera de Olivenza, está abandonado, con los tejados hundidos invadido por los ailantos y la maleza, tenía tres chimeneas entre sus dependencias, que todavía se conservan, este puesto de Carabineros estaba para albergar una pequeña dotación de efectivos para vigilar la zona del contrabando y estraperlo. Me consta que hay más de estos puestos todavía en pie, por Olivenza, Alburquerque, La Codosera, Cheles etc.
Historia del Cuerpo de Carabineros:
Fue fundado con el nombre de Real Cuerpo de Carabineros de Costas y Fronteras por Real Decreto de Fernando VII el 9 de marzo de 1829 y organizado por el Mariscal de Campo José Ramón Rodil en tiempos del ministro de Hacienda Luis López Ballesteros. Pocos años después, en 1833 pasa a denominarse Carabineros de la Real Hacienda dependiendo de la Dirección de Rentas Estancadas del Ministerio de Hacienda. Su dependencia de Hacienda hace que los carabineros entren en un estado de abandono. En 1842 el Cuerpo de Carabineros estaba totalmente desacreditado y era totalmente inoperante. Ese mismo año se encomienda al mariscal de campo Martín José de Iriarte, la organización del Cuerpo de Carabineros del Reino, para sustituir a los de la Real Hacienda.
Durante la Restauración se adscribe a los Carabineros y a la Guardia Civil al Ministerio de Guerra, "para los efectos de organización y disciplina", dándoles carácter militar mediante la Ley Adicional a la Constitutiva del Ejército el 19 de julio de 1889, que desarrollaba y modificaba aspectos de la Ley Constitutiva del Ejército de 1878 y que era una concreción de las funciones de las Fuerzas Armadas a realizar tras la Constitución de 1876.
En agosto de 1923 se nombra al Teniente General José Olaguer Feliú, Director General de Carabineros de España, en donde prestó atención y mejoró el vivir penoso y modesto de los carabineros, reduciendo a doce horas su servicio. Logró la ampliación y mejoramiento de los Colegios del Cuerpo de Carabineros. También se ocupó de la reparación y en otros casos de la construcción de nuevas casas-cuarteles, creando en algunas, escuelas para los hijos de carabineros a pesar de atravesar los Carabineros como el resto de los Cuerpos de Ejércitos por una época de economía impuesta por el Gobierno. Se ocupó de aumentar las clases y número de plazas en el Colegio de Huérfanos Alfonso XIII, de El Escorial y triplicando el de alumnas huérfanas del Colegio de Madrid de las Hermanas Pastoras, ya que desde finales del siglo XIX, existía el Colegio de Huérfanos de Carabineros de San Lorenzo del Escorial.
En 1929 y en agradecimiento al buen hacer del Cuerpo de Carabineros y por su centenario, se erigió un monumento que aún se conserva en San Lorenzo del Escorial y además se le concedió la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia con distintivo negro y blanco por:
«... los múltiples actos y servicios abnegados, humanitarios y heroicos que los individuos pertenecientes al mismo llevan realizados con motivo de incendios, inundaciones y salvamento de náufragos.
En 1936 el cuerpo tenía 16.096 efectivos: 3 generales, 770 jefes y oficiales, 1.169 suboficiales y 14.154 carabineros.
Durante la Guerra Civil, el Cuerpo de los Carabineros se alineó fundamentalmente con el Gobierno de la República, siendo uno de los cuerpos donde menos apoyos tuvo el Alzamiento nacional de julio de 1936, que posteriormente se convirtió en la élite del Ejército republicano. Aproximadamente un tercio se puso al lado de los sublevados (entre 5.000 y 6.000 hombres) y dos terceras partes se mantuvieron fieles a la República (unos 10.000 efectivos). En la zona sublevada el ex director general Gonzalo Queipo de Llano fue confirmado como general Inspector del Cuerpo de Carabineros del Ejército del Sur de las tropas nacionales.
En el transcurso de la guerra civil, en la zona republicana aumentaron los efectivos. A iniciativa del ministro de Hacienda Juan Negrín, los carabineros republicanos aumentaron su tamaño hasta los 40.000 efectivos, razón por la que se les llegó a llamar "los 100.000 hijos de Negrín" en referencia a los "Cien Mil Hijos de San Luis" de 1823. Hubo unidades del incipiente Ejército Popular cuyos efectivos llegaron a estar compuestos enteramente por carabineros, como las Brigadas Mixtas 8.ª, 85.ª, 87.ª, 152.ª 179.ª, 211.ª, 222.ª y 228.ª.Las brigadas mixtas 3.ª y 5.ª de carabineros fueron quizás las más famosas y participaron en las principales batallas de la contienda, como la Defensa de Madrid, el Jarama, Brunete, Teruel, etc.
Desaparición:
Dado el papel que este cuerpo había jugado en el Bando republicano, tras la contienda la Ley de 15 de marzo de 1940 promulgada por el Gobierno franquista hace desaparecer el cuerpo de carabineros y lo integra en la Guardia Civil. Así en el artículo 4º de la Ley del 15 de marzo de 1940, podía leerse:

Se suprime la actual Inspección General de Carabineros, cuyos cometidos y funciones se agruparán en una sola Sección de la Dirección General de la Guardia Civil a cuyo Director General pasarán las atribuciones conferidas actualmente a la Inspección General del Cuerpo de Carabineros. El personal de este cuerpo estará adscrito a los distintos servicios que por esta Ley se fijen como privativos del Cuerpo de la Guardia Civil, en la forma que, con arreglo a las aptitudes y condiciones de su personal, determine el Director General.
En la posguerra, antiguos carabineros se unieron y constituyeron la Asociación de Antiguos Alumnos de los Colegios de Carabineros con el objetivo de recordar el cuerpo. También existe en Madrid la Fraternidad de Carabineros de la II República Española.
Durante la Democracia, la Ley 37/1984, de 22 de octubre, de "Reconocimiento de derechos y servicios prestados a quienes durante la Guerra Civil formaron parte de las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Orden Público y Cuerpo de Carabineros de la República" devuelve los derechos a los Carabineros.






XIII.3 PRESA ROMANA.
En el término municipal de Badajoz, a unos 14 km de la ciudad en dirección Olivenza, tenemos esta presa romana, posiblemente de época republicana, digo esto pues junto a ella existe un fuerte también romano, del que hablaré con más detalle en otra publicación, esta presa es de piedra y cemento, opus caementicium, también llamado cemento romano, es curioso cómo se mantiene la charca después de 2000 años de antigüedad, hoy con fines ganaderos, habría que investigar cual fue su función en época romana, relacionándola con el fuerte. Por los alrededores existen restos de varias villas romanas y algo de prehistoria y protohistoria. Toda una curiosidad en estado de ruina y abandono total. Con mis amigos Francisco Bellino y José Miguel Morcillo.








XIII.4 PIEDRAS LABRADAS DENTRO DE UNA ANTIGUA VALLA JUNTO A UN ÁNGULO DE ROCA MADRE MUY SIGNIFICATIVO.
A las afueras de la ciudad de Badajoz, concretamente en la carretera de Valverde de Leganés, a la altura del Carrefour por detrás de este, junto a un camino y cercano al arroyo Calamón, existe una antigua valla de mampostería, donde en alguno de sus metros construidos se ha desmoronado, la sorpresa ha sido que entre las piedras caídas con la que se construyó dicha valla han salido dos labradas, una de mármol blanco con forma piramidal de 45 cm de larga x 13 cm de ancha, y otra de mármol gris de 28 cm de larga x 14 ancho x 7 cm de alto; recordemos que muchas de las piezas aparecidas por la ciudad romanas, tardorromanas y visigodas tienen esos dos colores predominantes; esto me hace pensar la cantidad de piedras de este tipo que deben estar todavía dentro de la valla... Otra curiosidad es que esa valla hace un ángulo por encima de lo que aparentemente fue una cantera de piedra o quizás una presa para el agua, pues el arroyo está a escasos metros, se puede apreciar perfectamente en las fotos donde queda el arroyo, ese ángulo no es casual en la roca madre.
Otro misterio más sin explicación posible, de momento, pero aquí queda reflejado para el futuro.









XIII.5 LA CONTRAMINA INVENTADA.
El otro día leyendo un blog, de una persona que escribe historia de la ciudad de Badajoz y otros sitios, me tuve que llevar las manos a la cabeza al leer semejante "burrada", una contramina en el revellín de San Roque o de la Trinidad, y encima corroborada por otros dos personajes de la misma condición, no me extraña que entre los tres escriban libros juntos, la pena de todo esto, no son los errores que se puedan decir, realmente esta pena radica en la cantidad de gente que se cree estas someras tonterías, y de colmo algunos los tienen como eruditos históricos. Remitiéndonos a la lógica ¿cómo iba a estar una contramina a esa altura?, se ve una forma abovedada de cemento adherido a la piedra de la muralla, y hay una foto donde se ve una piedra grande debajo del cemento que demuestra que ahí no existió galería alguna, si a esto le unimos el cromatismo de la piedra y su uniformidad de colores con el resto de esas piedras que forman el foso, se ve todo perfectamente en las fotos que pongo, primero a la altura que estaría esa galería y segundo las tonalidades a las que hago mención, también hay varios restos de piedras debajo de las líneas del cemento; realmente no sé qué existió allí, podemos imaginarnos de todo, desde una vivienda, un altar, un mural decorativo, y un sin fin de posibilidades dentro de la imaginación, pero nunca afirmar algo que por deducción no existió ahí. Luego a este individuo al que hacemos referencia se le llena la boca de lo que es rigor histórico. Que conste que cualquiera se puede equivocar en una apreciación o deducción, (en este caso son tres personas), los errores están permitidos, lo que no se puede justificar es la exclusividad de la verdad y la prepotencia de la sabiduría, y en esta triste y maltratada ciudad abunda por doquier y así nos luce.





XIII.6 LAS COLUMNAS DEL CONVENTO DE SAN GABRIEL DE BADAJOZ.
Entre los pueblos de La Albuera y Alvarado, existe esta propiedad llena de columnas de mármol blanco, a dos de ellas se las puede ver encima un capitel o basamento, me es imposible contabilizar las que hay, calculo entre 8 y 14 unidades, se ve una partida, las preguntas son: ¿cómo llegaron hasta ahí?, ¿quién se las llevó?, y ¿quién lo permitió? una persona que es historiador local me ha comentado que esas columnas son del antiguo convento de San Gabriel del siglo XVI, posiblemente de épocas anteriores al convento, pues huelen de lejos a romanas, dicho convento, estaba situado cerca de Los Montitos, a las afueras de la ciudad de Badajoz. Esta historia no va a acabar nunca, han destrozado nuestra ciudad y lo siguen haciendo.
Agradecimientos a Juan José Benítez Becerra.
Fotografías de Juan José Benítez Becerra






XIII.7 PIEZA TALLADA DE MÁRMOL BLANCO EN EL REVELLÍN DE SAN ROQUE.
En una de las murallas del revellín de San Roque o de la Trinidad, de época abaluartada, en Badajoz, tenemos incrustada esta pieza tallada de mármol blanco, está claro que es un fragmento de alguna pieza más grande, pero es difícil de precisar de qué pieza se trata tiene una canaladura hendida justo en el centro; con respecto al periodo, yo me aventuraría a decir que es visigoda, o quizás romana o tardorromana, por las experiencias similares, que existen en otros tramos de muralla en Badajoz, pero no se debe descartar pudiera ser de otro periodo posterior, para ello habría que estudiarla y ver las otras caras de ella incrustadas en el muro; lo que es evidente es que se utilizó como una piedra más en la construcción del revellín.





XIII.8 LOS DOS PUENTES DE LA HUERTA DE SOLER.
A las afueras de la ciudad de Badajoz, se encuentra la Huerta de Soler, con su cortijo, junto al arroyo Calamón, este cortijo tiene dos puentes de mampostería y ladrillo muy antiguos aunque no lo parece, pues han sido protegidos con un enlucido de cemento, pero en algunos sitios se ha caído, y se ve perfectamente la piedra y el ladrillo, poseen dos arcos cada uno, con un tajamar y contratajamar en centro de los ojos, en ambos, y con una cierta altura para el cauce del arroyo, se encuentran a unos 50 metros de distancia, pero el que esta aguas arriba, destaca por estar construido en forma oblicua con respecto al cauce del arroyo, es más estrecho, parece solo peatonal y conserva dos bancos para sentarse en el vértice de los pretiles, también esta encalado, fotos 1, las fotografías no son muy buenas debido a la mucha maleza que existe, sobre todo zarzas que imposibilita el acceso a una buena perspectiva. Uno de ellos está en uso, fotos 2, mientras el primero está abandonado a su suerte. Algunos muros del cortijo, también denotan que son muy antiguos.






XIII.9 ARCO A LOS PIES DEL ARROYO CALAMÓN.
Este arco tan misterioso, se encuentra a unos 15 metros del arroyo Calamón, y a unos 100 metros de la Huerta de Soler, a las afueras de la ciudad de Badajoz, es una arco de mampostería, y ladrillo, con forma de chaflán en la parte de arriba, es todo un misterio, parece una antigua puerta, donde hoy día estaría casi toda enterrada, sin ancho suficiente para pasar algún carruaje, pero también parece que este arco sortea un regato de agua que iría a parar al Calamón,; así a simple vista no me atrevo a decir que podía ser, solamente decir que se le ve muy antiguo.






XIII.10 PUENTE SOBRE EL ARROYO HERRERÍN.

Entre la ciudad de Badajoz (a unos 3 km), y el pueblo de Gévora, se encuentra este puente en estado de ruina, justamente en plena Cañada Real de Sancha Brava, es muy antiguo, desconociéndose su primer origen, está muy cerca del grandioso puente de Cantillana también en estado ruinoso; es de mampostería y los arcos están hechos de sillares de granito, la gran duda es su número de arcos, pues solamente visibles tiene dos, sin descartar un tercero que podía estar cegado, al estar enterrado, pienso esto a que el ojo central a ambos lados tiene tajamares, y el nivel de la tierra y plantas lo tendría tapado, parte de sus pretiles están hundidos, posiblemente por construirse sobre un puente anterior, se ve perfectamente la línea de separación entre una cosa y la otra, siendo este el motivo de su hundimiento probablemente, los sillares del ojo principal también están desmoronándose sobre todo aguas abajo. Necesitaría un arreglo de urgencia al igual que el de Cantillana.
Agradecimientos a mi amigo Pedro Castellanos Bote.







XIII.11 Conquista de Badajoz, a los musulmanes, por Alfonso IX de León, azulejos en la Plaza de España de Sevilla.
Foto de mi amigo Miguel Quintales Mojio.








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