Noticia aparecida en el Diario HOY el 13 de septiembre de 2015
El pasado romano de Badajoz, bajo tierra
Los desprendimientos, la abundante vegetación y el expolio
son algunos de los problemas que sufren estos enclaves históricos
Las villas de La Cocosa, Las Tomas y el Pesquero están
abandonadas y sufren un grave deterioro
Tania Agúndez
Mucho se habla de las raíces árabes de Badajoz, pero poco se
conoce el pasado romano de la ciudad. La capital pacense esconde abundantes
restos arqueológicos de esta época, pero la mayor parte de ellos están bajo
tierra. Las construcciones que dieron vida a las villas romanas situadas en el
entorno de la capital pacense se encuentran actualmente olvidadas, abandonadas
y muy deterioradas.
Los yacimientos de La Cocosa, el Pesquero y Las Tomas sufren
numerosos desperfectos que ponen en peligro la conservación de estos enclaves
históricos. La falta de mantenimiento de los vestigios que forman parte de
estos espacios hace que la vegetación prolifere por el entorno. Incluso, en
algunos casos, las pocas estructuras que se mantienen en pie registran
desprendimientos provocando unos daños irreparables en el monumento. Se trata
de tres villas con una gran riqueza cultural. Sin embargo, las deficiencias que
sufren hacen que sea imposible explotar estos recursos desde el punto de vista
educativo y turístico.
La Cocosa
La villa romana La Cocosa se sitúa a unos 16 kilómetros de
Badajoz por la carretera de Valverde de Leganés (Ex-310). El área principal de
la villa estuvo ocupada desde principios del siglo I d. C. y alcanzó su máximo
esplendor en el siglo IV. Las ruinas estaban en una finca privada que fue
adquirida por la Diputación de Badajoz.
Cuando se excavaron en los años 40 salieron a la luz restos
de las estancias de las viviendas de los señores y las destinadas al servicio.
Se identificó un patio porticado (peristilo), con fuentes y canales de desagüe.
La villa contaba también con un complejo termal que trataba de reproducir a
menor escala los baños públicos de las ciudades. Las labores de arqueología
destaparon bañeras y piscinas preparadas para agua de diferentes temperaturas.
También se localizó el sistema de calefacción del suelo (hipocausto). Se
encontraron restos de tinajas, un posible horno, lo que pudo ser un molino y
aperos para el campo. En el yacimiento arqueológico más pequeño se sitúa una
basílica que se construyó en el siglo IV d. C. y que probablemente se mantuvo
en uso hasta el siglo VIII.
Hoy en día esta antigua aldea no es visitable. Las
estructuras que se destaparon hace 70 años no son visibles. Cualquiera que se
acerque hasta La Cocosa sólo podrá contemplar árboles, matorrales y hierbajos.
La maleza se extiende por todo el recinto y cubre todos los vestigios que se
recuperaron.
Además, durante años la superficie excavada ha sido objeto
de expolio. Aunque los terrenos están vallados por una alambrada metálica, la
cerca es muy inestable y el lugar carece de vigilancia. Este panorama ha
propiciado que muchas piezas de la época, como monedas o fragmentos de vasijas,
entre otros elementos, hayan sido sustraídos por personas que utilizaban
detectores de metales.
Otro problema que sufre La Cocosa es que la mayor parte de
la villa está aún por descubrir. Según apuntó José de C. Serra Rafols, el mayor
estudioso de estas excavaciones, el área histórica puede extenderse en una
superficie de entre 10 y 15 hectáreas. Hasta el momento sólo se ha trabajado
sobre una pequeña parte de este terreno.
En numerosas ocasiones asociaciones que defienden el
patrimonio de Badajoz han denunciado el estado en el que permanece este
yacimiento. Tanto Amigos de Badajoz como la Asociación Cívica de Badajoz han
reclamado que los responsables limpien la zona. Temen que si no se adoptan las
medidas necesarias para preservar este complejo arqueológico se acabe
perdiendo.
Pesquero
La villa romana de Pesquero (siglos I-V) prácticamente las
mismas amenazas que La Cocosa. El yacimiento de Pesquero se encuentra en el
término municipal de Pueblonuevo del Guadiana, a la orilla del río. Las
excavaciones que se desarrollaron en los años 80 permitieron desenterrar
viviendas romanas organizadas en torno a un patio central (peristilo) y parte
de las instalaciones termales. En esos sondeos se destaparon también mosaicos
‘de excelente calidad’, tal y como han indicado numerosos expertos en la
materia. De aquí se rescató el mosaico del Mito de Orfeo, expuesto en el Museo
Arqueológico Provincial de Badajoz.
Sin embargo, las administraciones y ciudadanos también han
dado la espalda a este enclave. Se encuentra abandonado y en avanzado estado de
deterioro. La vegetación cubre las estancias con 2.000 años de historia y
levantan el pavimento. Las raíces están destruyendo los mosaicos que todavía se
conservan allí. Los eucaliptos sembrados a orillas del Guadiana han colonizado
las construcciones, que sufren con frecuencia desprendimientos. Muchos restos
se han derrumbado hacia el cauce del río.
Los hallazgos no cuentan con ningún tipo de mantenimiento ni
protección, por lo que corre un grave peligro. Por esta razón, el espacio forma
parte de la Lista Roja del Patrimonio que gestiona la Asociación Hispania
Nostra.
Las Tomas
Los restos de la villa de Las Tomas datan de los siglos I y
II. Se encuentra ubicada en los terrenos privados que se extienden al lado de
la N-V a su paso por Badajoz, en las traseras de la redacción del Diario HOY.
Este enclave arqueológico cuenta con un complejo hidráulico
romano compuesto por dos presas, una principal y otra de derivación. La presa
principal está construida con mortero de hormigón y canto rodado. Junto al muro
se sitúa un torreón de planta cuadrangular, que servía para distribuir el agua.
El principal problema que sufre este espacio es, como en los
otros dos casos, la falta de conservación. La torre ha registrado varios
derrumbes y el entorno de los hallazgos se encuentra lleno de basura.
La villa solo ha sido estudiada parcialmente en los años 80.
Los sondeos en la necrópolis se realizaron una década más tarde. Sin embargo,
la mayor parte de esta aldea romana está aún por analizar.
De hecho, José Antonio Hinchado y José Manuel Morcillo, dos
investigadores locales, han identificado en la zona de Las Tomas lo que podría
ser un mosaico romano que no está documentado. Han localizado restos de este pavimento
a lo largo de 70 metros. «Podría haber pertenecido a lo que fue una piscina
romana», destacan. Lo que de momento es una hipótesis podría convertirse en una
certeza si se realiza una profunda campaña arqueológica. Por esta razón, estos
estudiosos locales han solicitado a la Dirección General de Patrimonio de la
Junta que cerque este espacio, lo proteja y lo recupere íntegramente. Exigen a
las administraciones que actúen con urgencia. «No entendemos cómo las
instituciones públicas permiten que bienes históricos de este tipo estén en
estas condiciones», coinciden.
El expolio también afecta directamente a Las Tomas. Morcillo
ha visto en varias ocasiones a personas merodeando por el área con detectores
de metales. «En cuanto se remueve la tierra salen trozos de cerámicas, vidrio,
monedas y otros muchos materiales», afirman.
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