Desde mi Baluarte: "Soy el novio de la muerte…"

Soy el novio de la muerte…

Cualquier persona que pasee por la zona histórica de nuestra ciudad se dará cuenta que desde hace ya demasiado tiempo hay una pequeña parcela, totalmente abandonada, en el corazón del Casco Antiguo, en las mismísimas faldas de la Alcazaba de Badajoz. Una más, dirán ustedes con razón. Y es cierto que este espacio pasaría totalmente desapercibido, en esta ciudad en la que una de sus señas de identidad son los solares abandonados, sino fuera porque de ella se encarga “El novio de la muerte”.

Efectivamente, después de observar como desde hace años “El novio de la muerte” adereza a su gusto este pequeño jardín privado, me resulta difícil de definir una sociedad civil y política que permite que parte de su Alcazaba, monumento nacional, sea ajardinada y amueblada a su gusto por un antiguo legionario de dudoso gusto estético en cuanto al uso de los elementos compositivos en su obra de ajardinamiento expuesta al público en general y a los políticos en particular.

Resulta pues desconcertante que sea un antiguo legionario el único interesado en adecentar una zona tan noble y transitada como son las faldas de la Alcazaba hacia la plaza de San José, lugar de encuentro y corazón del Badajoz histórico. El que este señor sea el único dispuesto a mover un dedo o un azadón ante la desidia generalizada, ante el mirar para otro lado, ante la dejadez de funciones de los ciudadanos y los políticos, dice mucho en su favor y muy poco en el nuestro, en la sociedad que estamos creando.
Si tuviéramos que digerir, definir o evaluar a la sociedad civil y política de esta Ciudad por este trocito de universo, el resultado no podría ser más desalentador: pasividad, apatía e indiferencia lo envuelven todo.

En definitiva, una sociedad civil y política apática en muchos casos, pasiva en otros y en la mayoría de los casos indiferente ante el absurdo en el que se está convirtiendo nuestra querida Ciudad, una ciudad que sufre de dejadez de funciones en todo, en la que existe barra libre para todo aquel que está dispuesto a contribuir en su destrozo, en su deterioro moral y físico sin que nadie ponga remedio (ciudadanos o políticos). En este panorama de inacción, hacen su agosto los amigos de los aparcamientos en doble fila, los que sacan la basura a deshora, los conductores temerarios, los niñatos de las motos, los que no adecentan sus fachadas, los sillones abandonados en la calle, los proyectos parados, los políticos que miran más por progresar en sus partidos que por su Ciudad, las administraciones enfrentadas, las AVES sin vuelo y sin fecha de llegada, la falta de imaginación, el mal gusto a raudales o los problemas varios, que de todo hay en la viña del Señor.

Por todo ello, y por otras cosas que me silencio por decoro y prudencia, si me dan a elegir entre esta sociedad civil y política correctamente adormecida y “El novio de la muerte”, que por lo menos hace y reacciona ante la dejadez y la desidia, me quedo con el legionario y su pequeño jardín de dudoso gusto marcial.

Por lo tanto, gritemos todos al unísono para ver si espabila de una vez y para siempre esta ciudad dormida: ¡¡¡¡ A mí la legión!!!! ¡¡¡¡A Badajoz la legión y viva “El novio de la muerte!!!!

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